Reforma laboral, de pensiones y sanidad, propuestas de Iranzo contra la crisis
El responsable del IEE propone modificar la justicia, adecuar la Ley de Dependencia o definir el papel de las Fuerzas Armadas para mejorar la competitivida española
«Para salir de la crisis no es suficiente la Ley de Sostenibilidad de la Economía, lo que se necesitan son medidas estructurales». Así lo defendió ayer el director general del Instituto de Estudios Económicos, Juan E. Iranzo, en una conferencia titulada Cómo salir de la crisis, que pronunció en el Club de Prensa de Diario de León con la colaboración de La Caixa.
Iranzó desgranó las fórmulas que considera necesarias para que España pueda superar el actual momento de dificultad económica, entre las que destacó la moderación del gasto público, la reforma de la sanidad, el sistema de pensiones y el de justicia y una reforma laboral profunda.
Entre las medidas propuestas por el economista está una reestructuración del sistema financiero que le permita afrontar el que cada vez más se anuncia como un difícil 2010, además de una reforma sanitaria «en la que se defina qué servicios deben prestarse y cuáles no, se cree el cheque sanitario y se permita la competencia».
También abogó Iranzo por la reforma del actual sistema de pensiones: «Sería necesario alargar el periodo de cómputo a toda la vida laboral y tener en cuenta cuántos años ha trabajado el futuro pensionista, eso sería más justo».
Pero sobre todo se refirió a los problemas de los empresarios, de quienes considera que deben protagonizar la superación de la crisis. En este sentido reclamó un descenso de las cotizaciones sociales y del impuesto de sociedades: «Si hay que hacer algún cargo impositivo, sólo puede ser incrementar algo el IVA». Exigió sobre todo una profunda reforma laboral: «Es muy urgente acabar con la ultraactividad de los convenios colectivos, que no permite que se adapten al ciclo económico; mientras que la movilidad, tanto geográfica como funcional, es una herramienta que necesita el empresario para lograr una mayor eficiencia». También se mostró partidario de «igualarnos a todos los trabajadores ante la justicia, con por ejemplo 33 días máximo por año trabajado en caso de despido». En este sentido exigió que «la justicia comience a funcionar, y permita los despidos por causas económicas. Si no se admiten en este momento, cuándo va a ser».
Juan E. Iranzo criticó también la diversidad de normas que provoca el estado de las autonomías, lo que en su opinión fragmenta el mercado y los esfuerzos «en un momento en el que se tiende a todo lo contrario, a la globalización».
Como «muy urgente» calificó la reforma de la justicia: «Para que sea eficiente desde el punto de vista económico debe ser rápida, predecible y ejecutable. Nada de esto ocurre hoy».
«Ya no hay que hacer más aceras en España, ahora lo que necesitamos es inversión productiva, no despilfarro», señaló para exigir que el Gobierno invierta en infraestructuras de transporte. También reclamó el silencio administrativo positivo: «Las pocas iniciativas que hay actualmente están encalladas en procesos y trámites, declaraciones de impacto ambiental, etc. que no se resuelven nunca».
Iranzo se mostró por último partidario de las renovables y la nuclear para solucionar la «excesiva dependencia energética que tiene España del exterior».