Gran paradoja: sobra azúcar en Europa y hay carencia en el mercado

«Desde la UPA no defendíamos el planteamiento que se hizo en la mesa nacional; nosotros creemos que era preferible haber solicitado la exportación de todo el excedente, no almacenar; todo el excedente incluye también la remolacha complementaria, que supondría en torno a 50.000 toneladas», expone Matías Llorente, que es secretario de Ugal y presidente de un colectivo que remolacheros en León con más de 200.000 toneladas de cupo azucarero.

El asunto que tiene por delante ahora el sector azucarero español, que asienta en torno a la fábrica de La Bañeza y a los cultivos de vegas y regadíos de León una cuarta parte de su volumen, no cabía en los preceptos de la última regulación de la OCM. La situación parece una burla. Se regula la producción para beneficiar a terceros países y en dos años se encuentra la balanza en su situación de escasez de azúcar. Sólo algunos que conocían bien el sector se atrevieron a dar un pronóstico aproximado. Pareció una idea tan remota que quienes firmaron el recorte de producción a la mitad creyeron utópico. Ya está ahí. Al mundo le falta azúcar y se llena el mercado de cortapisas para que quienes la producen la comercialicen. Paradojas para que los que han dedicado los últimos años a mejorar la competitividad de sus cultivos azucareros den más importancia a lo que han logrado; este año, con más de 200 toneladas en fábrica no es extraño superar las 110 toneladas de rendimiento por hectárea, con marcas de 17,3% de riqueza. Camina la campaña hacia las 840.000 toneladas. Alguien subestimó a los remolacheros leoneses.