Contradicciones varias, detalles escabrosos y datos médicos
La causa, según la sentencia del Supremo, tiene su origen en la denuncia que presenta la madre de la menor, que acude al juzgado manifestando que su hija le ha relatado unos hechos graves. «Luego va al pediatra quien después de reconocer a la menor no atisba vestigio alguno de los hechos denunciados. El juez de instrucción recibe a la menor, que refiere datos especialmente escabrosos, como el sabor del semen, la utilización de preservativos y la higiene a la que se sometía tras los hechos».
«Los peritos afirman la credibilidad de la narración de la menor y la existencia de un desgarro en el himen de la menor, producido de forma traumática. A los pocos días de la denuncia, la madre, participa al Juzgado que su hija le ha manifestado que los hechos no son ciertos y son producto de su invención, lo que determina una nueva exploración en el Juzgado en la que la menor se desdice de los hechos denunciados, que atribuye a su deseo de un menor rigor en la exigencia educativa del compañero de su madre y a que los hechos los había extraído de una película que había visto en casa de sus abuelos».
Tres posibilidades. «Para concluir con el entramado probatorio se realiza otra prueba pericial de la que resulta una valoración distinta de la del Instituto de Medicina Legal, en orden a la credibilidad y a los vestigios médicos estableciendo tres posibles causas del desgarro en el himen, un accidente derivado de la gimnasia rítmica que la menor realizaba, un accidente deportivo o la introducción de dedos».