Silván quiere que León asuma el coste del bus al aeropuerto
El consejero afirma que seguirá negociando nuevas rutas «en silencio»
El consejero de Fomento, Antonio Silván, en un momento del Pleno de las Cortes.
A imagen y semejanza de lo que ocurre en Burgos, el consejero de Fomento sugirió ayer en el Pleno de las Cortes que el ayuntamiento de León asuma el transporte que ha de unir la capital con el aeropuerto de la Virgen del Camino. Es la solución que, después de muchas vueltas, dio Antonio Silván a un Alfredo Villaverde ansioso por conocer cómo resolverá la papeleta la Junta de Castilla y León.
En la actualidad, no hay forma de llegar hasta la base aérea, problema que en el resto de los aeropuertos de la comunidad se ha resuelto a través de dos fórmulas. Valladolid y Salamanca unen su casco urbano con Villanubla y Matacán a través de un servicio de autocar de iniciativa privada. Linecar y Auto-Res, respectivamente, son las empresas que pusieron en su día en marcha estos servicios, que ostentan la categoría de servicio público, pero que no reciben subvención ni ayuda alguna del gobierno autonómico. Por su parte, al ayuntamiento de Burgos optó por poner en marcha un servicio propio hasta su aeropuerto.Y es precisamente esa la forma en que Silván pretende que quede unida la ciudad de León con un aeropuerto que pronto contará con una de las instalaciones más modernas de la comunidad.
El socialista acusó a la Junta de actuar con «desidia», muy al contrario que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien con sus inversiones «ha colmado las expectativas de la sociedad leonesa».
Pero el aeropuerto de León protagonizó otro momento más del Pleno; el leonesista Héctor Castresana interrogó al consejero sobre la negociación de nuevos vuelos de compañías de bajo coste, «en todos los aeropuertos de la comunidad, y especialmente en León». Poco pudo sacar en claro; Silván regateó aludiendo a la ya clásica fórmula de «son las empresas quienes deciden los vuelos y no la Junta». A lo que sí se comprometió fue a seguir realizando una «labor callada» para hacer de los aeropuertos de Castilla y León puntos «atractivos» desde los que volar. Es tarea, pues, de los consorcios seguir invirtiendo en promoción para que las empresas de bajo coste se fijen en la Virgen del Camino y traer vuelos a precios bajos, antes de que lo hagan en los aeropuertos de las comunidades limítrofes.