Un calendario de ejecución que no satisface a nadie

El objetivo del Gobierno con el Real Decreto Ley 6-2009 es establecer una «entrada ordenada» en los próximos años de las energías eólica y solar termoeléctrica en el sistema eléctrico. Para ello las empresas que optan a producir estas energías limpias deben lograr inscribirse en un registro de preasignación de régimen especial (el que regula las fuentes energéticas no contaminantes), cuya finalidad es poner en marcha de forma escalonada, a través de un calendario, la potencia inscrita en las tecnologías que superen los objetivos recogidos en el Plan de Energías Renovables para el 2010. Y también, lo que subyace en el fondo de la cuestión, cuántas de estas empresas podrán acogerse al actual sistema de primas para la generación limpia. Más beneficioso que cualquiera de los que se establezca en el futuro. La normativa que recibió el respaldo del Consejo de Ministros hace un mes (después de aprobar el decreto en mayo, anunciar después que se derogaba y mantenerlo más tarde) establece en el sector eólico la entrada en funcionamiento de 1.700 megavatios eólicos hasta el 2012. Pero será el ministerio quien determiné qué empresas podrán ponerse a producir, y cuándo, dentro de ese plazo, podrán iniciar las obras. Un criterio de selección del que las empresas de generación en la comunidad no se fían. Los promotores de Castilla y León cuentan ya con autorizaciones administrativas y financiación para asumir este reto.