La UPL estudia hacer un referéndum no vinculante como el de Cataluña
La consulta permitiría conocer si los leoneses quieren pertenecer a Castilla y León y daría proyección nacional al autonomismo que nutre al partido de Chamorro
Última movilización en León, en el 2007, a favor de la autonomía leonesa.
La UPL toma notas de Cataluña. La última idea del partido que cogobierna junto a los socialistas el Ayuntamiento de León es forzar un referéndum, tipo consulta no vinculante como las que se han celebrado este fin de semana en varios municipios catalanes. Se trataría así de exponer sobre unas urnas la voluntad de los electores leoneses de no ser parte de la comunidad autónoma de Castilla y León. Se haría con arreglo a la voluntad autonomista que fundamenta el partido del león rampante. El propio Chamorro anunció ayer esta iniciativa, que de momento no va más allá de la voluntad de hacerla. Chamorro explicó que la idea ha partido «con mucha ilusión y entusiasmo» de los propios afiliados de la UPL en el transcurso de la tradicional cena de navidad que tuvo lugar el pasado sábado. Son las bases las que han mostrado mucho interés por el referéndum celebrado en Cataluña y por extrapolarlo a León, «salvando las distancias», matizó Chamorro, que resaltó que a los leoneses nunca se les ha preguntado si quieren o no pertenecer a Castilla y León por lo que «tienen derecho a expresarse».
En primer lugar, la UPL sopesará qué capacidad tiene el partido para realizar esta consulta popular ya que la logística necesaria es importante y, después, las posibilidades de lograr un resultado digno, es decir, que por las urnas habilitadas al efecto pasarán, al menos, los votantes de la UPL. «Para hacerlo bien es necesario movilizar a un buen número de personas y, además, contar con una infraestructura adecuada», insistió Chamorro que no aclaró si se realizaría sólo en los ayuntamientos en los que gobierna la UPL o en todos los municipios de la provincia.
Además, tampoco se refirió a la fecha hasta no conocer si es posible o no su celebración que «repararía una injusticia histórica». Con esta consulta se conseguiría una repercusión a nivel nacional, que es la parte «más inmediata» de lograr, pero reconoce que influir con el resultado del referéndum en las instituciones, sobre todo de Castilla y León, «es complicado».