Desalojan tras una hora el pleno de Villaquilambre sobre la llegada de migrantes
El barullo, las interrupciones al equipo de Gobierno y la diferencia de opiniones acaba con el público y la oposición fuera del salón de plenos
Tras una hora de pleno promovido por el PP para recabar información sobre la llegada inminente de 180 migrantes al nuevo Centro de Refugiados Temporal de Villarrodrigo de las Regueras, el alcalde de Villaquilambre, Jorge Pérez, ordenó el desalojo del público tras las continuas interrupciones y barullo al equipo de Gobierno por una clara diferencia de opiniones.
La oposición en bloque se sumó al desalojo al considerar que fue una actitud "dictatorial" y los concejales del PP, Cs, Vive y Vox abandonaron el hemiciclo.
En el aire, si el Chalet del Pozo tiene todas las licencias en regla, si cumple la normativa contra incendios, colectores y de seguridad; si la temporalidad de las personas refugiadas es solo hasta el 31 de agosto y si habrá más grupos a partir de esa fecha, ya que el contrato con el hotel es por veinte años.
Ha quedado claro que existe "preocupación" entre la población y que salvo casos determinados "nunca se han producido situaciones de racismo o xenofobia en el municipio".
El alcalde ha valorado en el pleno ya con los bancos de la oposición vacíos y con declaraciones muy duras, que el portavoz del PP, Manuel García, "ha ensuciado el nombre del pueblo por su ansia de poder y ha demostrado su racismo y xenofobia vestida de vecindad".
Por su parte, Manuel García tachó de acto "dictatorial" la expulsión de todas las personas que acudían al pleno. En su primera alocución, el también exalcalde denunció que el equipo de Gobierno no les había dado información, preguntó desde cuándo sabían de la llegada de migrantes, a lo que el teniente de alcalde Vicente Álvarez respondió que el día 17, y cuestionó si podían poner la mano en el fuego por cada refugiado. "Deseo con todas mis fuerzas que no se produzcan problemas y que tengan integración", señaló, para recriminar al tripartito que hayan acusado a la población de racista. "La mayoría de la población de Villaquilambre es pacífica", recalcó, "pero soy sensible a que estén preocupados. Nadie dicen que se vayan a comportar mal, pero es un elevado número de personas".
Por su parte, el portavoz de Vive, Ricardo de Dios, opinó que la situación no se ha gestionado bien por parte del equipo de Gobierno. "No sabemos si las instalaciones están adecuadas para acoger a estas personas y se las merecen dignas". También coincidió en que "demonizar" a los vecinos no fue acertado por parte del alcalde y pidió que se escuche a los vecinos "porque es parte de la Democracia".
Desde Ciudadanos, Rodrigo Valle, añadió que al movimiento vecinal"no se puede intentar desactivar llamándolo racista", mientras la concejala de Vox, Marta Extremo, considera que se está haciendo un efecto llamada a España de "que puede venir cualquiera sin cumplir la ley ni las costumbres", y existe un "buenismo" cuando " a los de aquí no se les ayuda y hay gente pasándolo mal".
Jorge Pérez calificó al final de la sesión, en declaraciones a los periodistas, que Manuel García ha hecho "un espectáculo para ganarse el aplauso de los radicales y que quien incendió todo fue él con desinformaciones y diciendo que las casas se iban a devaluar. Ha hecho un discurso de racismo absoluto".