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El Fandi y el Cordobés ponen en León lo que les faltó a los toros

El toreo a granel de la sesión que cerró la feria de San Juan en el coso taurino leonés compensa las ganas del público, con ambiente festivo

El público en la plaza leonesa. FERNANDO OTERO

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León

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El Fandi, que ha cortado tres orejas, y El Cordobés, que ha paseado dos trofeos, han sido los triunfadores del último festejo de la feria de San Juan en León, en el que ambos diestros compartieron cartel con Cayetano, que cortó una oreja.

Público festivo y toreo a granel en una tarde en la que primó la cantidad sobre la calidad y la plaza de León se convirtió en una auténtica tómbola de regalos con excesiva la generosidad por parte del presidente cediendo a un público desatado, informa Efe.

El Fandi lidió en primer y cuarto lugar alterándose el orden de lidia debido a su compromiso mañana en tierras peruanas en la feria de Chota.

El granadino cortó una oreja al primero, tras un espectacular y variado tercio de banderillas y en la muleta se impuso a base de técnica a un toro rajado desde el inicio.

Se había escupido en el caballo, sin embargo se movió en el último tercio, aunque soltaba la cara al llegar a la muleta.

Faena vibrante iniciada de rodillas, al igual que en el recibo capotero con varias largas cambiadas.

El cuarto tuvo transmisión en su embestida y El Fandi se entregó en una faena deslavazada, y vulgar, en la que consiguió calentar los entusiastas tendidos, con los molinetes.

Sin opciones El Cordobés en el segundo, un animal claudicante, al que no le pudo bajar la mano en un trasteo tan voluntarioso como insulso.

Dejó que masacraran en varas al quinto, más apretado de carnes que sus hermanos y brocho de cuerna.

El Cordobés buscó el abrigo de la parroquia leonesa, en una labor sin estructura en la que estuvo más tiempo dando paseos que delante de la cara del toro.

Pinceladas dejó Cayetano en el tercero, impresentable de presencia el de Tornay, abecerrado por delante.

Tuvo nobleza y recorrido el animal pero su escasez de fortaleza condicionó la faena.

Cayetano firmó algunos pasajes de interés al natural a pies junto, en una labor sin asiento ni apreturas. En el que cerraba feria, el toro de mayor presencia de la corrida, que se dejó pegar en el peto, recibiendo un puyazo trasero, Cayetano lo llevó a media altura en los inicios. Justo de fortaleza, como todo el encierro, Cayetano firmó el toreo de más entidad de la tarde.

Suavidad y temple en sus muñecas sobre la diestra, se lo dejó venir de lejos aprovechando la buena condición en la embestida de “Horcajado”.

Al natural también lo intentó el torero dinástico, pero a las primeras de cambio el animal se iba al suelo.

El empuje del toro fue a menos, defendiéndose en la embestida, y como colofón el de Tornay se derrumbó a la salida de un pase de pecho.