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Reportaje | JOSÉ MARÍA CAMPOS

La historia de Ruth

García Recio compara el libro con la situación de la comarca

Jesús García Recio, presidente del Instituto Bíblico.

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León

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El salón parroquial de Cistierna se llenó de gente para asistir a la conferencia ofrecida por el presidente del Instituto Bíblico y Oriental, Jesús García Recio, quien habló sobre «El libro de Ruth». Esta charla se encuadra dentro del programa del curso que el instituto realiza a lo largo de todo el año en Cistierna.

García Recio señaló que este pequeño libro del Antiguo Testamento significa la esperanza reflejada en el nacimiento de un niño que «es el portador de la esperanza y el que salva la vida de sus abuelos». La protagonista, Noemí, vuelve a su pueblo de Belén después de haber salido para buscar una mejor vida. Regresa sin marido, sin hijos, sin descendencia. Decía que se le había muerto la esperanza. «Noemí significa dulce pero ella al regresar a su tierra pedía que la llamasen amarga y no Noemí. Salió llena, con marido e hijos, y volvió vacía», indicó Recio.

La deseperanza en la montaña. Este libro se ha propuesto como reflexión dado que García Recio entiende que es simbología en parte de lo que está ocurriendo en la montaña oriental leonesa. «La desesperanza, la amargura y la falta de porvenir son tres rasgos que nos definen a los que vivimos entre montañas y en otros lugares», según Recio quien precisó en su charla que a pesar de ello hay esperanza reflejada en la tradición y en los que murieron que «nos están ayudando y respaldando para que la montaña tenga porvenir». Este porvenir tiene que estar en el hacer de cada día. «En libro aparece la sorpresa de que los desesperanzados son ayudados por el potentado. Es una reflexión para la montaña y para la propia crisis que vivimos actualmente», concluyó el ponente.