Reportaje | susana peña
Los guirrios premian a Carrasco
La presidenta de la Diputación fue homenajeada en el antruejo de Llamas
El colorido de seres entre humanos y mitológicos recorrió ayer de nuevo las calles de la localidad de Llamas de la Ribera en el que es ya uno de los antruejos con más tradición y más conocidos de la provincia, y que en estas fechas de Carnaval reúne a los guirrios, las madamas y madamos y personajes como la Rosita, la gallina o los gochos.
Declarado de Interés Turístico Provincial, el Antruejo de Llamas de la Ribera tuvo como protagonista ayer a la presidenta de la Diputación provincial, Isabel Carrasco, primera mujer en recibir el título de Guirrio Honorífico de manos de la Asociación Cultural Guirrios y Madamas, por su apuesta para recuperar las tradiciones leonesas. Durante su intervención, señaló que este tipo de celebraciones suponen una «vuelta a lo más auténtico y a lo más nuestro», como signos que «componen la identidad de León».
Carrasco, que acudió al acto ataviada con el traje de madamas, el traje de gala de las mujeres del Órbigo Alto y con el que también portan joyas y collares, alabó la celebración de Llamas de la Ribera, así como los atuendos del Antruejo, que tienen un peso importante, al igual que las mázcaras de los guirrios, que superan el metro de altura y pesan entre seis y siete kilos. Isabel Carrasco recibió además una insignia de oro del guirrio.
La presidenta de la Diputación provincial se une así a la lista que forman el ex presidente de la Institución, Javier García Prieto; el director del Instituto Leonés de Cultura (ILC), Jesús de Celis; el presidente de Caja España, Santos Llamas; y el consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, que también han recibido este título.
1397124194 Vejigazos. El colorido es la nota predominante de esta celebración, que no se interrumpió ni durante la Guerra Civil Española y en la que los guirrios toman las calles entre bromas, sustos, vejigazos y bailes. Son los seres que portan las mázcaras , formadas por grandes abanicos de papel que se abren y cierran cuando saltan, así como tenazas de madera o una vejiga para asustar a los allí presentes.
Además de guirrios y madamas, por Llamas de la Ribera desfilaron este domingo los madamos, personajes masculinos vestidos igual que las madamas pero con la cara cubierta, y los típicos del Antruejo de la localidad. Para cerrar la fiesta, los presentes disfrutaron de una sesión de los cantares conocidos como carnestolendas y chocolate con los dulces típicos, las flores y los frisuelos.
El buen humor y el frío convivieron pacíficamente en la tarde del domingo. Una vez acabada la fiesta, los antiguos atuendos volverán al baúl hasta el próximo antruejo.