El futuro del carnaval

Parecían estar esperando las fiestas de Piñata como agua de mayo. En cuanto escucharon los primeros acordes de la banda de la escuela de música tomaron al asalto las calles. Médicos se mezclaron con policías, conejos con enanitos, brujas y hadas con indios... Detrás de una carroza de inspiración oriental, los carnavaleros más jóvenes dejaron bien alto el pabellón. Blancanieves, Spiderman, abejas, guerreros, diablos, todo valía con tal de cambiar de personalidad. Los músicos también dieron la nota, por partida doble: entre ellos había monjes, payasos, caperucitas rojas, piratas, presos y hasta una colegiala con chupete. Al ritmo de las más puras canciones carnavaleras, y completando la música con una coreografía desbocada, el desfile infantil de Piñata fue llegando a la plaza Mayor en la que todos los disfrazados pudieron degustar un chocolate. Fuentes de la comisión de fiestas calcularon que más de quinientos niños y jóvenes participaron en el desfile infantil, preludio del recorrido de Piñata que hoy será el acto central de estos festejos.

Después, el grupo de teatro A Ras de Suelo ofreció su espectáculo Astorga...en Kmino...Despierta-™10 , una propuesta en la que los actores despertaron a la Piñatina para que se sumara a la fiesta. Ésta continuó de madrugada, con la celebración de la Noche de los Años Sesenta y Setenta en los pubs de la ciudad, que ofrecieron música y ambientación de la época. Las citas para hoy por la mañana serán la concentración de zancudos y el pregón.