Huerga de Frailes
Critican que se arregle «un camino de cabras» y se olvide el cementerio
El pedáneo denuncia que el Ayuntamiento de Villazala, la Diputación y la Junta no se han preocupado del camposanto pese a la repercusión de su deficiente estado
El alcalde pedáneo de Huerga de Frailes, Jesús Ramos Natal, criticó ayer que el Ayuntamiento de Villazala «ha dado prioridad al arreglo de un camino de cabras con los fondos del Plan E, olvidándose del problema del cementerio de Huerga de Frailes». Ramos Natal se refiere a la cañada conocida como Camino Ancho, cuyo arreglo se inició con fondos del ya desaparecido Plan Zona Sur de la Diputación, en el que se invertirán este año 50.000 euros del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local. «Para Huerga de Frailes no se ha reservado un sólo euro del Plan E», situación que ya ocurrió el año pasado, destacó Ramos.
El cementerio de Huerga de Frailes se encuentra en el centro del pueblo y tan sólo tiene espacio para construir un enterramiento más, según denunció Ramos Natal, que ayer mostró su indignación por el hecho de que «tras aparecer en diferentes medios de comunicación, provinciales y nacionales, en la prensa, en la radio y en la televisión no se haya puesto en contacto con la pedanía ninguna administración». En declaraciones a este periódico, Ramos reconoció no haberse dirigido a estas instituciones en los últimos días «pero se enterarán de lo que aparece en los medios de comunicación».
La denuncia ante Sanidad. Desde Huerga de Frailes se critica al Servicio Territorial de Sanidad y Consumo de la Junta de Castilla y León, «que es el competente en materia de policía mortuoria y que no se ha dirigido a esta junta vecinal desde que sus técnicos levantaron informe sobre la situación del camposanto. He estado en varias ocasiones en este servicio y nadie sabe nada. Todo lo que han hecho ha sido facilitarme una copia del acta de inspección».
En un comunicado remitido a los medios, Ramos Natal insiste en la falta de espacio del camposanto de Huerga, propiedad de la Diócesis de Astorga, y subraya que la primera vez que se planteó el problema éste se solucionó «tirando un pequeño edificio contiguo» a éste.
Según el pedáneo, la situación del camposanto de la localidad provoca que las aguas de los pozos de las fincas próximas «no sean potables al contener residuos orgánicos». Por otra parte, en las inmediaciones de la céntrica instalación «en ocasiones huele mal».