Pecados hechos ceniza

La localidad omañesa de Murias de Paredes, recupera este fin de semana, después de más de cuarenta años en el olvido, la fiesta de «la quema de la Vieja», una celebración que tiene sus orígenes en los rituales de la purificación del pecado, como un acto pagano más, dentro de los ritos cuaresmales, el cual se representaba en la figura de una vieja como imagen de vida.

Esta celebración, que se llevaba a cabo, cuando «demedia», es decir, hacia la mitad de la Cuaresma, consistía en que los chavales de la localidad, hacían unos «pachizos» o manojos de paja de centeno atados a un palo largo y les prendían fuego en la rampa, zona alta, desde la que se divisaba todo el pueblo; una vez allí, nombraban a la mujer o mujeres más viejas de la localidad y, simbólicamente, las quemaban.

Este año, para recuperar la tradición y a falta de pequeños en el pueblo, «la quema de la Vieja» el rito fue realizado por un grupo de personas mayores, con los mencionados pachizos. Después degustaron una merienda-cena con empanadas de carne de «las de levantar la tapa», típicas de la montaña occidental.

En Murias de Paredes, se está llevando a cabo de un tiempo a esta parte, la celebración de distintos eventos de este tipo, organizados por el Ayuntamiento de la localidad, la Asociación Ecos de Omaña o la Comisión de Fiestas de Murias de Paredes con el fin de recuperar tradiciones, que son la herencia cultural trasmitida de generación en generación, y también para fomentar la convivencia entre los vecinos.

En el día de ayer también tuvieron lugar los actos organizados con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Para celebrarlo, el Ayuntamiento de Murias de Paredes y la Asociación Cultural Ecos de Omaña conmemoraron ese día con un cine-forum en el que se proyectó la película Solas. Cerna de sesenta personas disfrutaron de la pelicula, después de la cual se celebró una cena de convivencia a la que asistieron mujeres de todos los municipios del Ayuntamiento.