A la venta el castillo de Quintana del Marco y la vivienda adosada a éste
La última persona que compró el monumento fue un agricultor del pueblo, bisabuelo de los actuales propietarios, que lo han recibido en herencia
La crisis económica y, en particular, la del sector inmobiliario no impide, sin embargo, que siga habiendo movimiento -"aunque sea mucho menor-" en el sector y que, en ocasiones, continúen saliendo al mercado oportunidades que quizá resulten únicas. En concreto, en Quintana del Marco se encuentra a la venta el castillo -"lo que queda de él, con una vivienda adosada a éste y una parcela de 400 a 500 metros cuadrados-". En total, torre (que es lo que recuerda que un día existió allí una fortaleza), casa unifamiliar y huerta ocupan una superficie de 1.500 metros cuadrados en la fértil vega del Órbigo.
Eso sí, quien aspire a hacerse con tan singular inmueble, declarado Bien de Interés Cultural en 1949, tendrá que acordar el precio con los actuales propietarios, partidarios de situar éste entre los 300.000 y 600.000 euros, explica Manuel Alija, uno de los seis herederos de la fortaleza de los Condes de Luna.
Alija, único de los propietarios de la fortaleza que reside en Quintana del Marco, explicó que fue su bisabuelo, dedicado a la agricultura y la ganadería, quien adquirió el castillo, del que se conserva, además de una de las torres, que, asegura, es la del homenaje, «parte de la muralla y la entrada tal y como estaba en el interior de la casa». Se desconoce cuál fue el importe de la transacción.
«Se lo ofrecimos a la Junta». Los muros del castillo, con un ancho de dos metros, sirvieron de firme apoyo para edificar la vivienda, adosada al cubo. Con el paso del tiempo, el espacio destinado a vivienda se dividió en dos, resultando que en la actualidad sólo se encuentra a la venta una de éstas. «Llevamos tiempo intentando vender el castillo, pero, hasta el momento no lo hemos anunciado. Incluso, en una ocasión, un señor quiso comprarlo, pero, al final, no hubo acuerdo», señala este alcaide del siglo XXI. Pese al interés que en su día pudo existir por la fortaleza, lo cierto es que «un tío mío llegó a ofrecérselo a la Junta de Castilla y León. Hará de esto quince años, le acompañé yo, y nos dijeron que no estaban para comprar castillos».
En el casco urbano de Quintana del Marco, la torre de esta fortaleza del bajo medievo se alza orgullosa sobre los tejados, prestando toda su elegancia al pueblo cuando se contempla desde la carretera de Alija.