pinos
Un desprendimiento asola el cementerio
El PSOE exige una actuación urgente para frenar la caída de las rocas que han quedado paradas en la ladera y que podrían seguir rodando sobre el camposanto
Una gran mole de roca situada en lo alto de una montaña en Pinos de Babia se ha desprendido, por causas fortuitas y posiblemente por las heladas, y ha ido a parar justo al cementerio del pueblo, donde ha causado grandes destrozos.
El PSOE se ha hecho eco de la preocupación de los vecinos, ya que las rocas que ahora han quedado paradas, con una nevada o fuertes lluvias es muy posible que reinicien su rodadura y con bastantes probabilidades acabarían de nuevo en el cementerio, por lo que es prioritario algún tipo de actuación.
Según dijo ayer a Efe el alcalde pedáneo de Pinos de Babia, Leandro Manuel Hidalgo, para hacerse una idea del volumen de roca desprendida, ésta chocó contra una peña y se hizo añicos, algunos de los cuales, que fueron a parar al cementerio, «eran del tamaño de un coche».
Eso dentro del cementerio, porque «fuera las había incluso como las de un autobús», ha relatado el pedáneo.
Los desprendimientos se produjeron en lo alto de un montaña, situado a unos 500 metros del nuevo camposanto, y a algo más del casco urbano, y la masa de roca comenzó a rodar por una pronunciada ladera, chocó contra la conocida como Peña del Gato y se deshizo en decenas de trozos de diferentes tamaños.
Las rocas que se cayeron pudieron oscilar entre las 0,5 y las 40 toneladas.
La piedra más grande, que atravesó la valla que rodeaba el cementerio, destrozó totalmente cuatro o cinco tumbas y parcialmente otras tantas.
Los vecinos de este pueblo, de unos 60 habitantes, están disgustados, máxime algunos que habían efectuado enterramientos recientes en estas tumbas.
El alcalde pedáneo ha explicado que aún desconoce como se afrontarán los daños.