¡Romeros, listos, ya!

Aunque en abril se abrió la veda a las llamadas romerías de rogativa, que se suceden hasta el otoño después de la Semana Santa, mayo es el mes por escelencia de las celebraciones populares con las que además de dar la bienvenida a la primavera y al buen tiempo, y lucir todo tipo de insignias que reflejan la identidad de los pueblos, se implora a las vírgenes y a los santos para conseguir unas mejores cosechas y la bendición de los campos.

Después de que la romería de La Garandilla y Valdesamario inaugurara el pasado domingo de Pascua el calendario romero de la provincia, otras muchas localidades como san Estéban de Nogales, Sahagún o Laguna de Negrillos han celebrado durante el mes de abril su rogativa.

Ahora llega el turno a mayo, que según la guía León, fiestas y romerías , editada por la Diputación de León y firmada por David Gustavo López, Puri Lozano y Miguel Sánchez, «es el mes de las romerías de rogativa, a veces fusionadas con la tradición del mayo».

San Froilán en Valdorria. Una de las más importantes que se celebran este fin de semana, concretamente el sábado 1 de mayo, es la fiesta de san Froilán, en Valdorria. Declara de Interés Turístico Provincial, es una fiesta que tiene su origen a finales del siglo IX. La procesión parte a las nueve de la mañana de Valdepiélago, y con los pendones abriendo camino y el santo portado a hombros, se recorren los cinco kilómetros de distancia hasta Nocedo. Después, los romeros ascienden hasta Valdorria, donde celebran una misa a la que, por tradición, asiste algún invitado ilustre acompañado de un buen elenco de políticos. Después, la imagen de san Froilán, en brazos de uno de los mozos del pueblo, asciende los 365 angustos escalones de roca, uno por cada día del año, que conducen hasta la ermita. Una vez allí, los romeros deben tocar la campana para que se cumplan sus deseos.

Santo Cristo de Pozos. Este domingo, el primero de mayo, se celebra la fiesta del santo Cristo de Pozos, en la vertiente sur de la sierra del Teleno, a la que acuden vecinos de toda la Cabrera. Allí, acarician al santo y pasan por él una prenda para que se impregne de sus propiedades sobre la salud. Después, oyen misa y procesionan la Virgen, ya que la tradición prohibe mover al Cristo, y cierran la jornada con bailes populares y cánticos.

Quintanilla, Robledo y Luyego. A orillas del Órbigo, la localidad de Quintanilla de Sollamas celebra el 2 de mayo la romería de San Felipe. También en Robledo del Fenar honran a su patrón san Torcuato, el primer fin de semana de mayo. El sábado, los vecinos de Luyego se desplazan hasta la ermita de santa Marina, a orillas del Duerna, para disfrutar de bailes maragatos y comida campera.