La incidencia de la sarna en Picos de Europa está estable, pero no erradicada
La incidencia de la sarna en los rebecos que habitan en el Parque Nacional de Picos de Europa está «estable» y, aunque no se da por erradicada, sí se ha detectado que «no ha evolucionado prácticamente los dos últimos años».
Según explicó el director de este espacio natural, Rodrigo Suárez, en la parte oriental del Parque se detectó en 2007 sólo un rebeco afectado y, desde entonces, no se ha hallado ninguno más. Mientras, en el macizo occidental y central, que era el que estaba afectado por este brote, se ha detectado que la superficie afectada está estable y que incluso la población de rebecos se está recuperando. La sarna es una enfermedad de la piel originada por un parásito, que se propagó por el Parque de Picos y en otras zonas de la Cordillera Cantábrica en la década de 1990.
Esta afección fue contagiándose entre los rebecos hasta afectar a más de la mitad del parque. Cuando la sarna llega a una zona, enferman el 80 por ciento de los rebecos, de los que se suelen recuperar alrededor del 60 por ciento. Esto ocurrió en el macizo central y occidental del parque, por donde la onda de la enfermedad ha pasado y se está viendo cómo la población se recupera.