La poesía de Gamoneda pone el broche de oro a las Jornadas Poéticas

Un recital del maestro Antonio Gamoneda ha puesto el punto y final a unas jornadas poéticas en La Bañeza que, en su segunda edición, se sitúan como unas de las mejores en el ámbito nacional por la grandeza de su cartel: Antonio Colinas, Olvido García Valdés, José Corredor-Matheos, Ana Rossetti, Marifé Santiago Bolaños y Julio Espinosa fueron los poetas invitados a estas Jornadas que ayer clausuró el poeta astur leonés.

Luis Luna y Lourdes de Abajo, los dos coordinadores de las jornadas, introducían la intervención de Gamoneda por el que confesaban una gran admiración, incluso hablaron de él como «el más grande». El poeta tomó la palabra a continuación y tras quitarse el reloj confesó a los asistentes que sólo les robaría cuarenta minutos. Gamoneda definió la poesía, según palabras de San Juan de la Cruz, como «un no saber sabiendo, un entender no entendido». También dijo que le gustaba hablar de la poesía como «la aprehensión del pensamiento en modo sensible y directo», porque la poesía en su origen es ritmo.

Tras hablar de la teoría pasó a la práctica y leyó varios poemas inéditos en libros y apenas publicados en alguna revista y finalizó con varios de su libro Cecilia dedicado a su nieta y del que dijo que fue una reconciliación incompleta suya con la vida. Gamoneda confesó a los presentes que ese libro de poemas le había hecho perder el miedo a la muerte. El poeta señaló que entendía que su escritura trasmitiera «aspereza» y habló de la vida como «la existencia hacia la inexistencia aunque en ella también se da la amistad, el amor-¦ por eso yo amo la vida».

Tras las palabras de Antonio Gamoneda el público , que llenaba el salón de actos de la biblioteca, dio una gran ovación que emocionó al maestro.

Por su parte, el alcalde, José Miguel Palazuelo, puso punto y final a las celebración de las jornadas y dijo sentirse «orgulloso y emocionado» de tener a alguien como Gamoneda en La Bañeza.