Reportaje | manuel macías
El calor no apaga la fiesta
Castrillo acogió ayer una edición más de la Fiesta de La Cabrera que este año contó con la presencia de Miguel Alejo como mantenedor
El que ya se ha convertido en uno de los encuentros más tradicionales y reivindicativos de la provincia de León, la Fiesta de La Cabrera, congregó ayer a cientos de personas procedentes de toda la comarca para compartir una jornada dedicada a la diversión y a la defensa de las tradiciones. A pesar de las altísimas temperaturas que se registraron desde primeras horas del día, el encuentro fue, como viene ya siendo habitual, todo un éxito de público y de participación en las distintas actividades.
Los cinco ayuntamientos de esta comarca del suroeste de la provincia de León -Puente de Domingo Flórez, Benuza, Encinedo, Castrillo y Truchas- se encargan de organizar un programa festivo para todos los vecinos. Desde los más mayores a los más pequeños, todos disfrutan de este día de convivencia que en esta edición contó con un mantenedor muy especial, Miguel Ajejo, delegado del Gobierno en Castilla y León. Antes, el alcalde del Castrillo, Tomás Blanco, tuvo unas palabras para reivindicar mejores carreteras en comarca que favorezcan el turismo y el negocio de la pizarra en la comarca, después habló el delegado. «Sois gente generosa, así lo recuerdo de muchos de los que estás aquí, o de otros que hoy no están», dijo Alejo, que dotó a su pregón de un tono más reivindicativo cuando dijo que «entre todos mejoraremos La Cabrera con una vida mejor. Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad, por lo que todos os teneis que esforzar en abrir ventanas al futor», enfatizó el delegado del Gobierno en la comunidad. Alejo alabó el caracter generoso y hospitalario de los vecinos de La Cabrera, apunte que quedó demostrado cuando en nombre de todos recibió un cuadro de la pintora de Truchillas Pilar Ortega.
Después del pregón, actuaron la banda de gaiteros de Corporales y el grupo berciano «Aires Mineros». Trasla comida campestre, a base de paella, carne y pulpo, la tarde continuó con hinchables, magia, un viaje en globo y bailes. Por la noche, el grupo andaluz «Medina Azahara» puso el broche de oro a la fiesta.