Secarejo inaugura la nueva ermita de Santa Catalina con una romería
El paraje de la Facera está de fiesta, ya que los vecinos de las localidades cercanas peregrinan hoy hasta el templo con motivo de su rehabilitación
El antes y el después de la ermita tras la obras de remodelación a las que ha sido sometida
La Consejería de Fomento a través de la Dirección General de Vivienda y Arquitectura, adjudicaba hace un año las obras para la remodelación de la ermita de Santa Catalina, que fueron concluidas hace pocos días.
El templo situado en un lugar privilegiado, desde donde puede observarse el nacimiento del río Órbigo tras la confluencia de los rios Omaña y Luna, es testigo cada año de como centenares de romeros, se acercan al paraje de la Facera, en Secarejo.
Los devotos disfrutarán hoy de una romeria de celebración por la rehabilitación del templo, gracias a la intervención que durante los últimos meses se ha llevado a cabo en la ermita, que data del siglo XVIII, y que sufría gravísimos desperfectos debido a las húmedades y al mal tiempo.
La ermita que venera la imagen de Santa Catalina, es una de las más queridas en la comarca del Órbigo y es el centro de varia romerias en las que participan los siete pueblos que integran los municipios de Cimanes del Tejar y Llamas de la Ribera.
Durante la jornada de hoy se procederá a peregrinar a la nueva ermita, con una romeria en procesión que parte a las 12.15 horas. Una vez el la Facera rondando la una de la tarde, se procederá a la celebración de la misa, como agradecimiento por la rehabilitación.
La obra ha sido dirigida por el arquitecto Jesús Manuel Álvarez, y durante todo el proceso se ha mantenido la estructura original del templo, asi como la recuperación de las bellas pinturas de la bóveda, afectadas por la húmedades.
Los vecinos de las localidades cercanas a la ermita que venera la imagen de Santa Catalina, y que además alberga una imagen gótica de la Virgen y otra más moderna, que año tras año se procesionan hasta la ermitan, están de fiesta esta jornada y reanudan la tradición de caminar hasta la ermita, en esta ocasión con motivo de su mejora.
