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Un rebaño de 500 ovejas y cabras sigue en once etapas la ruta del oso
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La localidad de Cornombre fue ayer el punto de partida de la expedición Muruna. Un rebaño de 500 ovejas y cabras procedentes de la Sierra de Aracena en Andalucía, hará una marcha de 220 kilómetros en once etapas, hasta Monasterio, en el municipio palentino de Salinas de Pisuerga. El objetivo de la expedición es reivindicar la importancia del mundo de la ganadería extensiva para la biodiversidad. Con el lema «atraviesa lo mejor de la montaña Cantábrica ayudando a difundir el vínculo milenario entre la oveja y la supervivencia del oso, urogallo y quebrantahuesos», este gran rebaño, recorre la ruta que siguen los osos pardos. Con esta acción simbólica se quiere reivindicar la necesidad de que haya ganado en los puertos de montaña para luchar contra el matorral que invade los pastizales y que además genera carroñas para especies amenazadas.
La etapa de hoy va de Villafeliz de Babia a Casares de Arbas, con un total de 18 kilómetros. Este proyecto se realiza simultáneamente también en Sierra Morena, pero además se vincula con el territorio massai de Tanzania. La expedición cantábrica cuenta además de con perros y caballos, con pastores locales y dos massais africanos. Todo ello para lograr la convergencia del mundo rural.