Los rumores sobre reses enfermas desatan el temor entre los ganaderos de la zona

El pedáneo de Villar de Omaña, José Luis Rubio, acusó ayer a la empresa El Mular de «trasladar animales de unos pastos a otros cuando permanece inmovilizada desde hace tres años, según me informó ayer (el martes para el lector) la Junta de Castilla y León, porque la ganadería carece de tarjeta sanitaria».

Rubio solicitó el mismo trato de la Junta para la sociedad mercantil que para el resto de los ganaderos de la zona. El pedáneo señaló que El Mular renovó el contrato de arrendamiento de pastos hace ahora un año y que éste se prolongará hasta que termine el 2013. Hasta ahora, la empresa ha abonado el alquiler del 2009, pero no el de este año. El importe de alquiler asciende a 12.000 euros por una extensión de «unas 520 hectáreas de monte público», manifestó el pedáneo.

El presidente de Villar también denunció en sus declaraciones que El Mular se comprometiera con el pueblo a pagar «el hormigonado de acceso al pueblo» desde la explotación ganadera «para evitar que llegara porquería» a la zona habitada. Por su parte, José Manuel Robla González, que regenta una pequeña ganadería en Lazado, expresó ayer el temor de los ganaderos de la zona a la propagación de enfermedades entre el ganado. «No tenemos nada contra esta empresa ni sus trabajadores, pero si nos aprietan a nosotros -”señaló en referencia a la Junta-” a El mular, también».

Por su parte, Senén Canseco, de Cirujales, criticó a El Mular por «sanear mal», según se ha enterado «de rumores que andan por ahí». Este ganadero aseguró haber encontrado «por lo menos, tres vacas muertas y no pasa nada» y señaló que no tiene duda alguna de que los cadáveres de reses que encontró perteneciesen a El Mular «por la raza» de los animales.