La Pola de Gordón
Mercaderías con nieve y granizo
Gordón revive la tradición de hace más de cien años y saca a la calle los puestos en los que se ofrecían diferentes productos y artesanías a los vecinos del valle
Confituras y dulces se salvaron de la lluvia gracias a la carpa instalada.
El Mercado Tradicional de La Pola de Gordón volvió ayer a rememorar la tradición de hace más de 100 años, época en la que se celebraban los mercados en las calles de la localidad gordonesa. No faltó ningún detalle, a pesar de la nieve y el granizo que se fueron sucediendo durante la jornada.
Los trajes típicos y de las épocas de antaño volvieron a lucirse en los puestos de venta, que los vecinos prepararon para esta nueva ocasión.
Desde primeras horas de la mañana los artesanos comenzaron a llegar a la plaza Cardenal Aguirre para disponer sus puestos y preparar los productos de exposición y venta: embutidos, repostería, madera y las diversas modalidades gastronómicas como patatas con pulpo, pinchos morunos e incluso chocolate con churros. La degustación de la morcilla polesa también fue ayer uno de los revulsivos importantes del mercado tradicional.
El alcalde de La Pola de Gordón, Francisco Castañón, que estuvo acompañado por los miembros de la corporación municipal, destacó «el impulso de este mercado tradicional que celebra todos los años La Pola de Gordón y que sirve para potenciar el desarrollo del turismo de interior del propio municipio gordonés».
Asimismo, Castañón apuntó a posibles mejoras en ediciones futuras, aunque recalcó la importancia que este mercado tradicional tiene y además responde al desarrollo del turismo de interior del municipio gordonés. Según viene siendo de forma tradicional, los puestos del mercado se iban sucediendo en la plaza, con la elaboración de diversos productos artesanales y que llenaron de alguna forma el éxito de participación y de tradiciones en la localidad de La Pola de Gordón.
Œa consolidación de la cita de la Pola Gordón motivó que el tiempo no frenara a quienes ven en ésta un referente por su originalidad, las mercaderías que ofrece y el ambiente festivo en el que se desarrolla.