Con una sonrisa del seis al último cero

Lo de María de la Mata Alonso, de 58 años, y ama de casa, es planificación. En cuatro años de campaña de promoción del comercio local ha sido la agraciada que menos tiempo ha empleado en gastarse los 6.000 euros de premio en compras en los negocios participantes. A las dos de la tarde había terminado el crédito que le concedieron los organizadores de la iniciativa (el Ayuntamiento y los comercios participantes), en una mañana en la que la sonrisa -del 6 al tercer cero, que no de oreja a oreja- no se desdibujó de su rostro.

Como ya es tradicional, la ganadora tuvo a su disposición una limusina Lincoln, que, otra vez, volvió a ser objeto de admiración para todos los curiosos que la vieron circular ayer por la ciudad y eso que el vehículo no acumula polvo, porque también se utiliza en otras ocasiones, como en bodas. Tan larga como el premio -al menos tanto como el 1.000.000 de pesetas en el que, más o menos, se estableció el cambio de 6.000 euros-, en una plaza Mayor ya sin espacio para aparcamientos, en algunos momentos estuvo escoltada por un coche-patrulla de la Policía Local, contribuyendo a dar colorido a un cuadro ya de por sí pintoresco.

Vecina de San Julián, María de la Mata, estuvo acompañada de parte de su familia -sus dos y sus dos nietos-. Su marido prefirió dedicarse a otros menesteres, aunque la premiada mostró su convencimiento de «que algún ojo habrá venido a echar para ver cómo va la cosa». La afortunada, además, recorría las calles entre las felicitaciones de sus conocidos.

«Los primero, un joya». La gran campaña publicitaria del comercio bañezano hizo ayer realidad el sueño de su única agraciada, que eligió un reloj de pulsera «para lucirlo», como buena dama. Después, el marido, los regalos a los más allegados y renovar algunos electrodomésticos. A María de la Mata la emoción casi le impedía recordar lo que, pasado el mediodía, ya había comprado y sus nietos, con una televisión y una videoconsola como regalos, se mostraban bastante satisfechos. Para los hijos, «lo que han querido, sus cosas», en un premio que parece llegar en camello desde oriente.

Lo inesperado del premio contribuyó a que esta bañezana se mostrara más ilusionada. «Siempre había echado papeletas, pero no me había tocado y no lo esperaba». Nada más recibir la llamada del Ayuntamiento en la que se le comunicó el resultado del sorteo, María de la Mata comenzó a realizar la lista de compras, teniendo en cuenta que la mayor de éstas, según las bases del concurso, no puede superar los 1.000 euros, otras dos tiene como límite los 500 y el máximo previsto para las demás es de 250 euros. Como buena administradora de su casa -no trabaja fuera- no tardó en decidir qué comprar y su eficiencia a la hora de realizar las compras quedó clara: todo un récord de velocidad comercial.