El Procurador del Común de Castilla y León estudiará el traslado de tres tallas a Toledo
Son tres tallas del siglo XVII, no son unas esculturas cualquiera, ya que, por ejemplo, una de ellas es precisamente el Cristo que protagoniza la procesión de Los Pasos del día de Viernes Santo
El Procurador del Común de Castilla y León ha admitido a trámite una queja de una cofradía de Grajal contra la Dirección General de Patrimonio de la Junta, cuatro años después de que las monjas Carmelitas que vivían en el pueblo se llevaran tres tallas, que consideran suyas, a su nueva residencia a Toledo.
Se trata de la Cofradía de Nuestra Señora de la Antigua y San Antonio de Padua de Grajal, que lleva desde 2006 reclamando dichas tallas a estas monjas de clausura, que vivieron en Grajal de Campos desde 1881, pero que optaron por cambiar su residencia a un convento de Toledo.
Son tres tallas del siglo XVII, no son unas esculturas cualquiera, ya que, por ejemplo, una de ellas es precisamente el Cristo que protagoniza la procesión de Los Pasos del día de Viernes Santo, según ha explicado a EFE el secretario de la Cofradía, Julián García.
Después de cuatros años a vueltas con las tallas, la Cofradía ha acudido al Procurador del Común para quejarse contra la Dirección General de Patrimonio, al considerar que se ha incumplido la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León 12/2002, del 11 de junio.
El Procurador del Común les ha respondido el pasado 20 de enero que admite a trámite la queja, según ha desvelado García.
En la queja al defensor del pueblo autonómico, la Cofradía alega que el traslado de las tallas no fue legal, puesto que éstas forman parte del patrimonio de esta hermandad y que estaban mucho antes que llegaran las monjas al pueblo.
Asimismo, reprochan a la Dirección General de Patrimonio tres cosas: una que, según asegura la Cofradía, tuviera conocimiento del traslado; otra que no haya adoptado medida alguna para evitar que se lleven las tallas, ni antes ni después; y una tercera, que ni siquiera les haya contestado a los múltiples requerimientos que han hecho para ello al director general de Patrimonio, Enrique Sáez, según González.
El secretario de la Cofradía ha dicho que están a la espera de que resuelva el asunto el Procurador y que, en caso de darles la razón, no dudarán en acudir a la Santa Sede, con los papeles en la mano, para que les devuelvan las tallas.
El asunto fue denunciado ante la Guardia Civil en 2006 y llegó al Juzgado de Sahagún (León), que archivó la demanda por la vía penal, si bien dejó abierta la posibilidad de que la Cofradía acudiera a la civil.
García dice que esta Cofradía no tiene dinero para pleitos, por lo que de momento prefiere seguir otras vías que no sean la de acudir al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo. EFE