El movimiento social contra el cierre sigue adelante

Las primeras noticias surgidas hace unas semanas sobre el posible cierre del polvorín de Cuadros despertaron la indignación de los familiares de los 73 militares, que habían recibido la notificación de boca del coronel del acuartelamiento, Ángel Abengochea Jiménez-Alfaro. En pocos días se puso en marcha una campaña de recogida de firmas por los pueblos de la comarca que aún continúa y está prevista una concentración fijada para el próximo día 31 frente a la Subdelegación de Defensa en León.

Además, la red social también ha servido para alimentar el movimiento social contra el desmantelamiento del cuartel. En concreto, los afectados han creado un grupo en Facebook, al que ya han expresado su apoyo más de 530 personas. En este foro, también se están movilizando para convocar una concentración frente a la sede del Ministerio de Defensa en Madrid, prevista para el próximo 21 de abril.

El alcalde de Cuadros expresó ayer que su Ayuntamiento apoyará «cualquier tipo de medida que permita que el polvorín se quede en el municipio» y destacó la «relación sumamente cordial» que el pueblo tiene con el acuartelamiento.

El polvorín de Cuadros lleva instalado en el municipio desde hace 40 años y surte de explosivos y munición a acuartelamientos de Galicia, además de al Ralca de Astorga y al campo de tiro del Teleno.

En el año 2000, el Ministerio de Defensa realizó una fuerte intervención en las instalaciones, en la que se invirtieron 2,7 millones de euros. En esta actuación, el departamento llevó a cabo la construcción nuevos depósitos de armamento y un nuevo edificio para aumentar las comodidades de las viviendas de los militares.

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