Doce años para reformar el teatro
El Pérez Alonso, que resistió la competencia del cine y la televisión hasta 1997, estrena mañana su rehabilitación
Las principales reformas en el Teatro Pérez Alonso han mejorado el escenario.
Las obras de ampliación y restauración del Teatro Pérez Alonso se inauguran mañana por la tarde después de que los obreros entrasen en el edificio en el año 1998 y de una inversión de que casi llega a los 5,1 millones de euros, que han financiado en sus dos fases el Gobierno central, la Junta de Castilla y León, la Diputación provincial, Caja España y el Ayuntamiento de La Bañeza. Más de doce años para completar el proyecto de un edificio que se abrió en 1930 y ha sido emblema para la ciudad durante muchos años, como parte de su patrimonio cultural como de su dolor por una crisis política (1999-2003), que paralizó hasta la primavera del 2007. A fecha de hoy es el único superviviente de los cines y coliseos que abrieron sus puertas en La Bañeza.
La inauguración de las obras tendrá dos partes. De un lado, la oficial, con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; y la cultural, con la actuación, a las ocho y media de la tarde, del tenor bañezano Javier Alonso. Ayer, limpieza y técnicos en equipamientos escénicos se afanaban por terminar los preparativos para una jornada de celebración en la ciudad, a la que seguirá un programa de actividades culturales que permita, a cuantos lo deseen, conocer el teatro remozado.
El Teatro Pérez Alonso heredó el gusto por el teatro del pueblo bañezano, que ya contrataba comedias antes de contar con un teatro estable (en la segunda mitad del siglo XVI, la Farándula de Miguel de Rebolledo era una de las que más interpretaba en la entonces villa de La Bañeza). El precedente del coliseo de la calle del Padre Miguélez llegó en el año 1845, pero un reguerón que discurría por el lugar acabó por llevar a la ruina el edificio, que se derribó en 1922. Fue entonces cuando la iniciativa privada asumió la gestión de la escena, con la apertura del Teatro Seoanez en 1923 y, años más tarde, el espectacular Pérez Alonso abrió sus puertas.
Iniciativa de Gaspar Pérez Alonso y su mujer, Emilia Alonso Pérez, el arquitecto Javier Sanz concibió un teatro de estilo italiano, pensando en un burguesía bañezana que acudía a las funciones no sólo atraída por obras, músicas o actores, sino, también, para ver a sus vecinos y mostrarse ante éstos. Vida cultural y social se daban la mano en un teatro que tuvo que competir con el cine, la televisión y que se reabre mañana, inaugurando una nueva etapa en la que, a la competencia de los anteriores, se suma la de las nuevas tecnologías. El Pérez Alonso, ahora municipal, es el teatro de la época de internet y tendrá que convivir con el nuevo medio, al igual que lo hizo con los cines California, Salamanca y Cabello durante años y con la programación de las salas de fiestas Jai Alai y Ramsés II, que, en ocasiones, contrataban a artistas de renombre (en Ramsés actuó Peret).
Entre la cultura y el cabaré. El Pérez Alonso se defendió en los 70 con teatro de calidad, con espectáculos de revista e incluso recurriendo a los más picantes espectáculos tras la muerte de Franco y también recurrió al cine. Así, se daba la paradoja de que mientras María Luisa Merlo y Carlos Larrañaga cocinaban su Pato a la naranja en agosto del 76, en mayo, Producciones Mairena levantaba el ánimo del patio de butacas, proscenios y gallineros con Adriana Nervo, estrella del music hall , como protagonista de Destapadísima . Ana Mariscal pisó las tablas del Pérez Alonso y sonadísimo fue, recuerdan algunos, el desnudo integral masculino de un jovencísimo Juan Carlos Naya, en El retrato de Dorian Grey .
Ignacio Encinas, uno de los mejores tenores españoles que iba a actuar esta semana en Ponferrada, cantó zarzuelas en La Bañeza (solían programarse tres por las fiestas patronales), Fernanda Hurtado, Ana Mariscal, Antonio Garisa son algunos de los nombres que figuran en la historia del Pérez Alonso.
El teatro, que ya en los años 70 permaneció alguna temporada cerrado, acogió el 11 de octubre de 1960 un homenaje al músico bañezano recientemente fallecido Odón Alonso Ordás, que dirigió la Orquesta Filarmónica de Madrid ante sus paisanos, después de que el Ayuntamiento de León desechase organizar una velada musical, al parecer, por motivos económicos.
El Pérez Alonso agonizaba a principios de los 90 y en enero de 1994 se hablaba de cierre patronal. Fue entonces cuando el Ayuntamiento decidió alquilarlo. En 1996, el Pleno aprobó la compra del edificio por 53 millones de euros. La última actuación celebró en agosto de 1997.
