Aparecen dos buitres leonados muertos en Villablino y Babia
El envenenamiento de fauna está tipificado como delito
Los envenenamientos suponen la principal cause de muerte de los buitres leonados.
La Patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Villablino y los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en la comarca de La Magdalena encontraron el pasado 15 de marzo los cadáveres de dos buitres leonados en los montes de Villar de Santiago, en Villablino, y en Piedrafita de Babia, Cabrillanes.
El presunto móvil de estos envenenamientos es la eliminación de depredadores que se alimentan de especies objeto de caza y de otras que puedan causar daños a la cabaña ganadera de la zona como el lobo ibérico.
Los cadáveres fueron encontrados en plena área de distribución del oso pardo en la población occidental cantábrica. El suceso coincide con la época en la que dicho carnívoro finaliza su periodo de letargo y ayuno invernal comenzando la búsqueda de alimento, especialmente carroñas. Y no es un caso aislado ya que el 16 de marzo, en las inmediaciones de la localidad de Mora de Luna, en Barrios de Luna, tras el aviso de un particular, fue encontrado el cadáver de un perro y uno de los presuntos cebos empleados por los envenenadores.
Asimismo, los territorios afectados son de gran importancia para algunas de las aves rapaces carroñeras más escasas de la provincia de León como son el alimoche y el águila real.
El pasado febrero la Junta de Castilla y León comenzó una investigación por la muerte de 22 buitres leonados, dos zorros y un jabalí que fueron encontrados por agentes medioambientales el las inmediaciones de Chaorna, Soria. Los cadáveres se aparecieron en un radio de apenas 300 metros, intoxicados por un veneno de elevada toxicidad que provoca la muerte casi inmediata de los animales tras su ingestión. Los hechos fueron puestos en conocimiento del Juzgado de Instrucción de Almazán y de la Fiscalía de Medio Ambiente de Soria, ya que el envenenamiento de fauna está tipificado como delito en el actual Código Penal, castigado con penas de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses.
En la actualidad, los envenenamientos suponen, en conjunto, la principal causa de muerte para las cuatro especies de buitres ibéricos.