Los ex trabajadores reciben con recelo la venta de Luzenac a un grupo francés

Desconfianza. Algo de esperanza. Y bastante indignación. «Pensamos que la empresa sólo quería deshacerse de los trabajadores para mejorar las condiciones de venta a su favor». Así resume el secretario del Comité de Empresa de Luzenac en Boñar, Jesús Torinos (UGT), la confirmación de que la compañía está a punto de completar su venta al grupo francés Imarys.

Lo sorprendente de este caso es que la empresa sea vendida cuando apenas tiene ya actividad tras completar el pasado 31 de diciembre un expediente de extinción de empleo que llevó a la calle a casi toda la plantilla.

Luzenac sólo cuenta en la actualidad con siete trabajadores entre personal de dirección de Boñar y los trabajos de restauración que se ejecutan en la antigua mina de Puebla de Lillo.

La gran pregunta que corre por toda la comarca es para qué ha comprado Imarys una empresa casi sin actividad. Sólo el interés por explotar un cielo abierto de talco en Cofiñal, del que tiene la concesión aunque es muy difícil que logre los permisos por estar dentro del Parque Natural de Picos de Europa, puede ayudar a responder el interrogante. De todas formas, según Jesús Torinos, el cierre se debió, más que al agotamiento de la mina, a una estrategia comercial de Luzenac para concentrar toda su producción en sus plantas francesas, más cerca de sus potenciales compradores, lo que ayudó a subir el precio del talco.

Por su parte, el alcalde de Boñar, Roberto Alvarez dijo ayer que desconoce lo que vaya hacer la empresa Luzenac respecto a la explotación de talco dado que lo único que se sabe es que hay unas negociaciones con una empresa que puede estar interesada en la compra de las instalaciones. No obstante, señaló que cualquier paso que se dé para mantener el empleo en el municipio es una muy buena noticia. «Que una empresa compre la explotación y mantenga la actividad de la transformación del talco significa el mantenimiento y creación de empleo, lo cual es la mejor noticia para nosotros», según Alvarez.

Hasta mediados de año, Imarys no completará la compra a Rio Tinto Minerals de su división de talco, agrupada en Luzenac y con minas en tres continentes, incluyendo Boñar. El precio, 340 millones de euros.