Imerys confirma su interés por todas las fábricas de Luzenac, incluída Boñar
La empresa solicitó el pasado diciembre autorización para nuevas catas mineras
Instalaciones de Luzenac en Boñar, en una foto de archivo.
«Imerys ha anunciado el 23 de febrero que está negociando con Río Tinto para la adquisición de talco de Luzenac actividades». Con estas palabras Pascale Arnaud, portavoz de la multinacional francesa Imerys, confirmó ayer, a través de un correo electrónico, el interés del grupo galo por todas las fábricas del grupo anglo-australiano, incluida la empresa radicada en Boñar.
Desde la dirección de la empresa en la localidad leonesa se niega que esté dentro del paquete de venta, que afecta a todas las minas de Luzenac en tres continentes. Pese al desmentido, según confirmaron ayer fuentes de UGT, en la negociación del expediente de extinción de contratos de la mayor parte de la plantilla, que se ejecutó el pasado 31 de diciembre, ya se comunicó por parte de los negociadores de la empresa que Luzenac tenía la fábrica de Boñar en venta. Así consta también en las actas de algunas reuniones.
Por otro lado, en el comunicado de Imerys confirmando el principio de acuerdo con Luzenac, el pasado 23 de febrero, para hacerse con todas las minas de talco de esta empresa, a su vez controlada por Rio Tinto Minerals, se hace mención expresa a los países donde existen explotaciones. Así, en Europa, se detalla que son Francia, Italia, Austria, Bélgica y España. Luzenac sólo cuenta en territorio español con minas en Boñar y una pequeña planta en la provincia de Málaga.
Imerys ha puesto sobre la mesa 340 millones de euros por todo el grupo Luzenac. Según sus previsiones, a mediados de año podrían concluir las negociaciones, una vez que los gobiernos den el visto bueno a la operación.
Aunque todo apunta a que el talco ya no tiene futuro en la zona de Boñar tras el agotamiento de la mina de Puebla de Lillo y las dificultades para abrir un cielo abierto en Cofiñal, debido a que está dentro del Parque Natural de Picos de Europa, los dos grandes interroganten que siguen sin aclararse son, primero, qué interés económico puede tener una empresa que prácticamente está liquidada y, en segundo lugar, por qué, pese a todo, Luzenac ha solicitado nuevos estudios para explorar las posibilidades de encontrar yacimientos en la comarca a través de Sociedad Española de Talcos, su anterior nombre.
Así, el Servicio Territorial de la Consejería de Economía y Empleo autorizó el pasado 29 de diciembre sendos permisos de investigación minera en la zona conocida como «Santa Margarita» en el término municipal de Puebla de Lillo, y en «San Máximo» entre Valdelugueros y Puebla de Lillo. Los dos fueron publicados en el Boletín Oficial de Castilla y León del pasado 29 de diciembre.
El único que hasta el momento se ha mostrado públicamente a favor de que la empresa siga con actividad es el alcalde de Boñar, Roberto Álvarez. Los sindicatos creen que el cierre y la consiguiente pérdida de empleo fue una estrategia de Luzenac.