Escepticismo y dudas para iniciar el nuevo plan
Ni el futuro está claro, ni las condiciones en las que va a moverse el sector a corto y medio plazo ofrecen de momento garantías. La Comisión de Seguimiento decidió ayer crear también un grupo de trabajo para sentar las bases de lo que será el futuro Plan del Carbón (en teoría el 2013-2018, ya que el actual concluye en el 2012). Un asunto «que arranca ahora pero con la dificultad de no saber sobre qué bases se va a asentar», según explicó ayer el portavoz de Carbunión, Gerardo Biaín. Una situación que lleva al escepticismo a los agentes implicados en la negociación del nuevo plan, aunque «sin valorarlo negativamente».
El sector del carbón tiene nuevo reglamento europeo (que fija el fin de las minas para el 2018 a no ser que renuncien a partir de ahora a las ayudas públicas para alcanzar la rentabilidad, una posibilidad a la que no se ha acogido ninguna explotación); pero en las últimas semanas se han producido «movimientos políticos» para intentar reconducir esta situación. También están pendientes de resolución los recursos y demandas judiciales contra las condiciones impuestas por la Comisión Europea.
Un panorama «marcado por la confusión», en el que las empresas apuestan por esperar a que se aclare antes de determinar en qué condiciones se moverán en el futuro.
Sin embargo, el secretario de Estado de Energía anunció ayer su intención de que el nuevo Plan del Carbón esté terminado antes de que acabe la presente legislatura.
Según explicó Hernández a la Mesa del Carbón, el futuro marco de actuación del sector debe centrarse por un lado en conseguir la continuidad de las explotaciones nacionales, y por otro en potenciar la reindustrialización de las comarcas mineras.