La bendición del Ecce Homo
La protección de los campos y cultivos marcan la celebración de Valdeviejas
El paso de la Virgen y el paso del Cristo atado a la columna en la procesión de la pedanía astorgana
Como cada año la fiesta del Ecce Homo de la pedanía astorgana de Valdeviejas congregó a numerosos vecinos que no quisieron perderse la bendición de los campos, de los cultivos, y en especial del garbanzo, la legumbre por excelencia de la zona.
Una mañana en la que la lluvia no hizo aparición y permitió a la comitiva una tranquila procesión. A las 12.00 horas, una pendoneta y tres pendones salían de la ermita del Ecce Homo hacía Murias de Rechivaldo para recoger dos pendones más.
El tamboritero Ramiro Fernández, junto a los niños de su escuela de tamboriteros de Murias, amenizaban el paso de la procesión hacia la iglesia De Valdeviejas. Una vez que la comitiva llegó a la parroquia, la cofradía del los Caballeros del Silencio realizó la ofrenda floral la Ecce Homo. El alcalde de Astorga, Juan José Perandones, quiso aprovechar el momento para realizan un homenaje y agradecer al párroco de la villa su labor durante estos años.
La procesión, con los pasos del Cristo atado a la columna y de la Virgen, continúo su camino de nuevo hacia la ermita para celebrar allí una misa solemne. Una vez que finalizó, los asistentes pudieron degustar la tradicional legumbre de la tierra, el garbanzo, acompañados por pan y por supuesto, vino de la zona.