Sahagún
Un juez impone una fianza millonaria para proteger una colonia de urogallos
La eléctrica Enel está acusada de abrir un parque eólico en una zona de cría del ave
El Juzgado de Instrucción Número 3 de León ha impuesto una fianza de 1.046.000 euros a un directivo de Enel-Endesa, en proceso en curso, en el que se le acusa de impulsar supuestamente la construcción del parque eólico de San Feliz en un paraje habitado por la colonia de urogallos más meridional de Europa.
El abogado de la Sociedad Española de Ornitología, (SEO) Carlos González Antón, señaló que la fianza tiene como objetivo cubrir la responsabilidad civil que se puede derivar si se demuestra la comisión de un delito contra el medio ambiente y hacer frente a los gastos para la recuperación de los daños ocasionados en el hábitat de estas aves en peligro de extinción.
Seguimiento de la especie. González Antón indicó que el litigio contra la empresa comenzó en 2008, después de que ésta iniciara «a las bravas» la construcción del parque en una zona en la que había constancia de un asentamiento de urogallos, ya que el departamento de Biodiversidad de la Universidad de León estaba haciendo un seguimiento de una hembra a través de un transmisor de radio.
Ante la amenaza a los animales y a la vista de que no tenían las licencias necesarias -”apuntó González Antón-”, la SEO denunció los hechos ante la Fiscalía y consiguió que se paralizaran las obras, cuyos primeros trabajos habían consistido en abrir zanjas, pistas y desbrozar el espacio necesario para la instalación de 8 de los 23 aerogeneradores del proyecto.
González Antón quisó destacar además que las obras se hicieron entre el 15 de diciembre y el 31 de julio, plazo en el que la estrategia nacional en defensa del urogallo las tiene prohibidas, porque se trata de los meses de reproducción de la especie.
También comentó que la Junta de Castilla y León también estimó el recurso de la SEO contra la autorización del parque, dado que no había tenido en cuenta la presencia de urogallos en dicha zona de «alto valor ambiental».
González Antón quiso destacar la gravedad del tema y además, la falta de «sensibilidad» que se ha mostrado hacia los urogallos que habitan esta zona, que tienen unas características «muy peculiares» por ser los más meridionales del continente y tienen garantizada por ley la protección que se «merecen».