Un templo con once siglos de historia

El templo fue levantado en el año 912 por el primer rey de León, García I, en las inmediaciones de Santa Olaja de Eslonza, a 22 kilómetros de la capital leonesa. Las tropas cordobesas de Almanzor lo arrasaron en el 988. Después de cien años de abandono, la nueva propietaria Doña Urraca otorgó al monasterio nuevas e importantes donaciones, que serán el origen de un próspero florecimiento como segundo cenobio del Reino. En el siglo XVI se le añaden variantes arquitectónicas de estilo renacentista que acabaron por completo conel antiguo edificio medieval. La ruina llegó tras la desamortización de Mendizábal, en el siglo XIX. En 1840 fue adquirido por la familia asturiana Álvarez-Estrada por 40.000 reales. Su declaración de monumento histórico-artístico en 1931 no impidió su desmoronamiento, alimentado por sucesivos expolios.