Maraña cede para hacer el cercado en Riaño, pero Prioro no retira su proyecto

La puerta para un triple acuerdo entre los alcaldes de Prioro, Riaño y Maraña sobre la ubicación del cercado osero está, de momento, cerrada. Los tres reconocen que quedan conversaciones pendientes, pero hasta ayer sólo la regidora de Maraña, Rosa Nieves Rodríguez (PP), se mostraba proclive a ceder en sus planes para encumbrar la propuesta riañesa del paraje de Saguas. La división se centra entre Prioro y Riaño, que defienden enérgicamente su territorio como la mejor opción para trasladar a los dos plantígrados del Coto Escolar leonés, lo que puede desembocar en que cada uno continúe en solitario con el proyecto, según manifestaron ayer.

Los argumentos del alcalde de Prioro, Francisco José Escanciano (PP), para reivindicar el cercado osero son la riqueza paisajística de la zona y, sobre todo, la falta de otras infraestructuras de las que sí disfrutan Maraña (con la Casa del Parque) o Riaño, por ser cabecera de la mancomunidad. «El cercado nos interesa muchísimo, es un atractivo bastante importante que completaría nuestra oferta medioambiental. Nuestra mano está tendida para realizarlo en conjunto, pero estamos hartos de perder. Por eso, en este tema, si no hay consenso, lo haremos nosotros buscando fondos por nuestra cuenta», indicó.

Centro de visitantes. De hecho, la junta vecinal de Prioro ya ha dado un paso en favor del futuro recinto para osos al adjudicar la reforma de un edificio del pueblo como centro de recepción de visitantes. Las obras, presupuestadas en 250.000 euros y cofinanciadas con fondos europeos, comenzarán este verano. Prioro ofrece cualquier espacio de sus 5.000 hectáreas de terreno comunal, aunque aceptaría la ubicación en el antiguo valle de Pedrosa porque, según el alcalde, concita el acuerdo de varios regidores. Uno de los objetivos de Escanciano es «buscar alternativas de futuro de calidad que supongan nuevas actividades para la población residente». El alcalde destaca que, además de bosque, en la zona hay cuevas de las antiguas explotaciones de mineral, muy convenientes para que los osos se refugien, y entiende que representa ya una concesión a Riaño, al estar a medio camino de ambas poblaciones.

También reconoce que se ha estado moviendo por su cuenta para lograr ayudas, porque si no existe acuerdo «yo lucharé para que el cercado se haga en Prioro, en otra zona de robledal». En su agenda, ya está marcada una cita con el futuro consejero de Medio Ambiente, aún sin nombrar, para abordar el asunto.

Por su parte, el alcalde de Riaño, Manuel Javier Fernández (PP), se muestra inflexible sobre la ubicación del cercado. Su propuesta es el paraje de Saguas, donde hay siete hectáreas situadas cerca del pueblo, de fácil acceso y con gran riqueza medioambiental. En las inmediaciones ya existe un edificio que serviría como centro de interpretación y albergue.

«Riaño está en medio de Prioro y Maraña, por eso es lo más idóneo y no voy a ceder. Además, somos la cabecera de la zona, con servicios y centros médicos, pero sin infraestructuras de la Junta o del Parque de Picos, así que es de justicia y serviría de complemento para los turistas que se acerquen al cercado». Fernández duda, no obstante, que la Junta disponga de un millón de euros para acometer el recinto, «porque la consejería parece que no posee mucho dinero», y recuerda que el todavía presidente de la mancomunidad Montaña de Riaño, Porfirio Díez (PP), también apuesta por ubicar en Riaño la casa de los osos, al igual que la alcaldesa de Maraña.

Intermediaria. Rodríguez explicó ayer que, a su juicio, es la Junta quien debería decidir cuál es el mejor hábitat para los plantígrados. La regidora se mostró dispuesta a ceder en sus pretensiones de que el cercado se realice en cuatro hectáreas de su pueblo, si ello beneficia que los tres ayuntamientos caminen juntos y logren poner en marcha el refugio para los osos. También fue clara al indicar que «todo el mundo tira para su zona, pero si hay que ceder, nos decantamos por la propuesta de Riaño, que es más lógica, al quedar en medio».

Reiteró que «no existen guerras entre los alcaldes de la montaña», y confía en que puedan llegar a un acuerdo.