Los lacianiegos reviven la caza del lobo más tradicional

La pedanía lacianiega de Ríoscuro se vistió ayer de fiesta con la tradicional fiesta del Calecho del Lobo.

Esta actividad intenta recuperar y poner en valor una tradición ancestral que celebraba la comarca hace unos siglos, en la que se realizaba una trampa para los lobos y una vez que se capturaba al animal los vecinos recorrían las calles y repartían pan, chorizo o vino.

El programa comenzó pasadas las cinco de la tarde con una conferencia sobre El papel de los lobos en el ecosistema a cargo de Andrés Ordiz y Eduardo González. A continuación se proyectó el video Vivencias de Antaño , que recoge diversos relatos personales de los ancianos de Ríoscuro sobre esta tradición.

Pasadas las siete de la tarde la literatura se adueño del pueblo. Varios vecinos pusieron voz a viejos relatos en la antigua lengua del valle, el patsuezo, en uno de los momentos más mágicos de la tarde.

Se revivió también el pasacalles festivo con motivo de la caza figurada del lobo. A lo largo del recorrido muchos vecinos compartieron productos gastronómicos con los participantes, que desfilaron entre la antigua escuela y finalizó en la Plaza Entre los participantes se contaban muchos cazadores y criadores de mastines de Laciana.

En la plaza se llevó a cabo la representación del Calecho del Lobo, con el grupo de teatro El Escarpín. El grupo Tsaciana recogió el testigo de El Escapín con una exhibición de bailes tradiciones. Para finalizar la jornada festiva de ayer se celebró una cena popular a base de caldo y pinchos variados. La cena contó con un baile, amenizado con las notas musicales de la artista Elena y su acordeón.

Además de este programa de actos, a lo largo del fin de semana varios restaurantes de Laciana servirán menús basados en el Calecho del Lobo.