Reclaman ayuda a la Diputación para ocho niños discapacitados

Un grupo de padres de niños con necesidades especiales de La Bañeza reclama a la Diputación 1.800 euros para poder prolongar durante todo el mes de julio el programa de verano en el que participan sus hijos. Actualmente, los niños acuden en días alternos al colegio José de Calasanz, donde son atendidos de diez de la mañana a una de la tarde por cuatro monitores, que se encargan de organizar las actividades y atender a los niños.

Cada participante tiene que pagar 100 euros a los que se suman los 600 que aporta el Ayuntamiento de La Bañeza, la única ayuda que reciben, a pesar de haber solicitado más financiación a la Diputación.

Los padres afirman que han presentado el programa a la institución provincial a través de los trabajadores sociales del Ayuntamiento de La Bañeza y de una de las monitoras de los niños, pero no han recibido noticia en sentido alguno.

No obstante, las familias afectadas mantienen que la Diputación les ha solicitado en tres ocasiones el presupuesto de las actividades. En todas las ocasiones remitieron la documentación a la institución provincial en la forma requerida sin que obtuvieran una respuesta al respecto.

Según Julia Rodríguez González, madre de uno de los niños, «nos han dicho que el responsable se ha ido de vacaciones, sin dejar nada resuelto». El «campamento urbano» comenzó el uno de julio y «el 30 de junio nos encontramos sin solución y sin nada», protesta Julia Rodríguez.

Los padres consideran que la Diputación les ha dejado «plantados» y se muestran indignados porque han pedido financiación para quince días, «ya ni siquiera para todo el verano».

El campamento ya se realizó el verano pasado durante los meses de julio y agosto. «Lo hicimos el año pasado como primera vez y notamos un respiro», asegura la portavoz de los padres, que reconoce las dificultades que les plantea en muchas ocasiones cubrir las necesidades de los niños durante 24 horas. «Durante el año están escolarizados en Astorga, pero ahora están de vacaciones y no pueden quedarse sólos y, a veces, es difícil encontrar una persona que pueda quedarse con ellos y que les pueda atender como necesitan».

Los padres de los ocho niños aún no están constituidos en asociación, aunque afirman que formarán una en cuanto les sea posible porque consideran que así tiene más oportunidades de «hacer presión ante las instituciones».

Mientras tanto, los padres de los ocho niños esperan una respuesta de la Diputación, que a pesar de llegar con demoras aún permitiría prolongar el «campamento urbano», hasta casi el inicio del curso.