riego de la vega
Riego no quiere perder el tren
Los actos conmemorativos del 60 aniversario del apeadero local incluyen una olla ferroviaria, charlas y exposiciones
El apeadero de Riego, en 1951. Disponía de despacho de billetes, zona de pasajeros y vivienda.
La aparición hace año y medio de una carpeta con 88 documentos sobre los esfuerzos del pueblo de Riego de la Vega para no quedar fuera de los planes de Renfe y abrir un apeadero en la zona, se plasmará este largo fin de semana en varios actos festivos y culturales. El impulsor, Antonio Moreno, ha conseguido reconstruir la historia del viejo edificio, inaugurado el 25 de julio de 1951, tras superar las reticencias de la compañía ferroviaria, que derivaba los pasajeros a Valderrey (a 3,5 kilómetros) y a Santa María de la Isla (a 2 kilómetros).
Según recuerda, todo comenzó por el tesón del nuevo secretario municipal, Julián del Caño Fermoso, que llegó al pueblo en 1949 y reemprendió la solicitud cursada a Renfe en 1942 para construir un apeadero. Un empeño al que se sumó su suegro, el entonces pedáneo Francisco Martínez, y el alcalde del municipio, Domingo Prieto. La compañía pedía la cesión de los terrenos, que los habitantes de Riego sufragaran su construcción y que se encargaran de la vigilancia y conservación de las instalaciones. Todos esos aspectos fueron aprobados en Pleno y en asamblea vecinal.
Las obras comenzaron en marzo de 1951 y Riego de la Vega aportó 600 jornales. El acarreo de material se efectuó en hacendera y los trabajos se distribuyeron por viviendas. En esa época residían 650 habitantes, que suplían la falta de tren para desplazarse a Astorga o La Bañeza con carros tirados por animales y bicicletas.
«Sería estupendo que, aunque fuera con fines turísticos, pudiera reabrirse la línea», comenta Moreno. De hecho, el lunes habrá una exhibición de diversos artilugios que se desplazan por las vías. También se mostrarán maquetas de estaciones de trenes situadas en la Ruta de la Plata.