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La fosa común del cementerio de Villanueva del Condado.

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d.l. mirantes | león
León

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? El Ayuntamiento de Vegas homenajeará a los víctimas de la Guerra Civil. El Consistorio colocará una losa de la antigua cárcel de Vegas en la que los tres soldados ajusticiados y enterrados en la fosa común del cementerio de Villanueva del Condado dejaron constancia de su paso por la prisión.

La piedra ha sido donada por un vecino de Vegas del Condado, nieto de un presidente de la Junta Vecinal también represaliado. Su padre la guardó toda la vida sin decir nada a nadie hasta hace unos años, reunió a los hijos y les explicó la procedencia de la losa. La piedra fue retirada de la cárcel de Vegas del Condado, después de que ajusticiaran al presidente de la Junta.

Los nietos de la víctima encargaron un estudio gemológico de la piedra en la Universidad de Oviedo, que destapó los nombres de los tres cántabros represaliados, unos dibujos y la consigna ¡Viva España! La placa está ahora en posesión de Mariví Castro , vecina de Villanueva, que se puso en contacto con el Ayuntamiento.

Los familiares de Pedro Portilla estuvieron ayer en Villanueva para visitar la tumba. Marivi Castro les mostró la losa y el alcalde les comunicó la intención de colocarla en la Casa Consistorial como monumento a la memoria histórica de los represaliados. No obstante, aún no hay fechas para el acto, aunque se podría llevar a cabo durante el mes de agosto.

La fosa de Villanueva. Cuatro represaliados en Vegas del Condado, Pedro Portilla Cuevas, Fernando Burges Cabrero, otro cántabro y un desconocido del que se dice que puede ser asturiano se encuentran enterrados en la fosa del cementerio de Villanueva del Condado. De los dos primeros figuran los nombres en una placa conmemorativa que se colocó en 1980. Del tercer cántabro, el único familiar vivo, un hermano, no quiso poner nada porque no va a tener más descendencia, mientras que los restos del asturiano no están identificados.

Los tres cántabros fusilados son tres soldados del ejército rojo que escapando de la guerra, desde Pola de Gordón, llegaron a Santa María del Monte. Allí pidieron posada a un vecino que encontraron en un finca el cual les remitió a una casa donde se les dio de cenar alubias según consta en la documentación disponible.

No obstante, en los papeles existen contradicciones, ya que se explica que iban a entregarse y después se afirma que estaban huyendo.

En cualquier caso, fueron denunciados por un soldado de Santa María y un concejal. Se les llevó a la cárcel de Vegas del Condado donde permanecieron durante tres días. Al cuarto fueron excarcelados, apalizados y paseados.

Los cuerpos, sin botas y sin relojes, fueron encontrados por el propietario de la finca de Villanueva del Condado en la que fueron abandonados. El vecino trasladó los cuerpos a esta localidad en la que fueron enterrados como cualquier otro vecino el 9 de julio de 1937.

La placas se colocaron en 1981 por la familia de Pedro Portilla y Fernando Burges, después de que el alcalde de Vegas se pusiera en contacto con ellas.

Los familiares han desterrado cualquier posibilidad de exhumar la fosa para el traslado de los restos. Saben donde están y eso les da tranquilidad, afirman. Su memoria no se ha perdido para que no ocurra en el futuro serán recordados también en la casa del pueblo.