Nueve cooperativas se unen y logran la mayor cuota láctea de oveja del mundo
Uno de los objetivos del grupo es crear una interprofesional que fije los precios
Un ejemplar de oveja productora de leche en una feria ganadera celebrada en la provincia de León.
La cooperativa Ovino Santa María del Páramo ha firmado un acuerdo con otras ocho cooperativas de Castilla y León con el objetivo de hacer más rentable el trabajo de los ganaderos del sector. El citado convenio se rubricó el pasado mes de mayo y con ello han conseguido formar un grupo que tiene la mayor cuota de leche de oveja del mundo con 81 millones de litros al año, lo que supone casi el 20% de la leche de ovino producida en España.
El grupo, que se reunió ayer en la localidad paramesa para estudiar varias líneas de actuación, está formado por nueve cooperativas pertenecientes principalmente a las provincias de León, Zamora y Salamanca aunque cuentan con asociados de todas las provincias de la comunidad autónoma, excepto de Burgos y Soria. Los datos son abrumadores. Integra a 1.500 ganaderos, 600.000 ovejas, 330.000 lechazos comercializados al año, 81 millones de litros de leche y 100 millones de euros de facturación anuales.
Con estas cifras pretenden tener una posición fuerte en el sector que les permita negociar con la industria y con la administración. Según señaló uno de los portavoces del grupo, José Antonio Asensio Carreras, el sector pasa por unos momentos en el que las cuentas no salen, es deficitario porque los costes de producción son iguales o superiores a los ingresos. «Nosotros en lugar de quedarnos parados nos hemos unido», asegura.
Uno de los grandes problemas es que la mayor parte de decisiones las toman agentes ajenos a los ganaderos. A la hora de vender, los precios de la leche y de los lechazos los marca la industria. Y a la hora de comprar, los de los piensos también. «Por ejemplo, el precio de la cebada prácticamente se ha doblado en dos años mientras que el de la leche y los lechazos es prácticamente el mismo».
Desde el grupo quieren rentabilizar el sector en todas sus vertientes, incluso en la venta de lana o el abono de los animales. Una de sus grandes reivindicaciones es que se constituya una intersectorial del ovino que fije unos precios de venta ajustados a los costes de producción y en la que los ganaderos tengan algo que decir.