El aumento de lobos dobla los ataques al ganado en los últimos cuatro años

De los 62 ataques contabilizados en el 2007 a los 159 del 2001, el balance de ataques de lobos al ganado en la provincia refleja una subida de más del cien por cien debida, según la memoria 2010/11 del Plan de Gestión y Conservación del Lobo en Castilla y León de la Junta, a la consolidación de un incremento poblacional del lobo, especialmente en la montaña de Riaño. León es una provincia especialmente castigada dentro de la comunidad, con el 20% de los ataques registrados, aunque la Junta reconoce que las cifras no son exactas y que los datos reales aumentan un 25% la cifra oficial de siniestros, hasta llegar a los 200 ataques en el 2010.

León también registra el mayor número de cabezas de ganado mayor compensadas, con 136 en el 2010, frente a las 45 en el 2007. En cuanto al ganado menor, la provincia registró 87 bajas, muy por debajo de otras provincias de la comunidad como Zamora, con 789, o Segovia, con 212.

En el informe, la Junta considera que las poblaciones de lobos que siguen presentando una mayor actividad se encuentran en la cordillera Cantábrica, Especialmente en la Montaña de Riaño y en las comarcas de Guardo, Cervera y Aguilar, en Palencia.

En cuanto a las ayudas, la memoria estima, como balance provisional, que el número de ataques tramitados favorablemente por daños de lobos se aproxima a los 300.000 euros, aunque falta el arqueo final de algunos expedientes.

Críticas de los ganaderos. Los datos han sido analizados por el sindicato agrario Asaja, que significa el incremento del 42% en los ataques del lobo a la ganadería leonesa en el último año, «lo que contrasta con el 5,83% de incremento en el conjunto de la región», según señala en un comunicado. El sindicato alerta de que, a diferencia de otras provincias, «la mayoría de los ataques se han producido en la ganadería de vacuno y no en la de ovino o caprino, lo que tiene como lectura que los daños económicos son mucho mayores».

Respecto al aumento poblacional, Asaja estima que «los datos oficiales constatan una estabilización de las abundantes manadas de lobos en la provincia, similares al año anterior, con las cifras de 39 seguras y otras 19 probables, repartidas por todas las comarcas, pero predominando sobre todo en la comarca de Riaño».

El sindicato apunta a que la mayor presencia de lobo en el territorio leonés «está haciendo que éste sea uno de los principales problemas a los que se enfrenta la ganadería de extensivo en las zonas de montaña» y exige a la Junta que se incremente el número de autorizaciones para aprovechamientos cinegéticos, que se hagan los necesarios controles poblacionales con abatidas por la Guardería forestal y que los daños que provoca la especie «se traten como daños patrimoniales que debe indemnizar la Junta de forma rápida después de una justa peritación de los mismos». Asimismo, el sindicato denuncia que la política de la Junta en los últimos años «no ha sido la de conservación de la especie, concepto con el que se está de acuerdo, sino la de proliferación desordenada de la misma ocupando incluso territorios en los que antes nunca se había avistado» y advierte de que la presencia de depredadores «es incompatible con la ganadería extensiva en pastoreo». La organización agraria no acepta que sea el sector ganadero «el que soporte el elevado coste de la introducción de la especie en comarcas en las que su presencia era testimonial o el desmedido incremento de las manadas en las zonas de montaña, pues si la ganadería desparece para dar paso al lobo, el impacto económico y medioambiental en ciertos territorios tendría consecuencias devastadoras».

Según los datos de la memoria, en la pasada temporada, fueron abatidos 23 lobos en la provincia, 14 de ellos en la montaña de Riaño.