La Azucarera minimizará los parones con el refinado de azúcar importado

La Azucarera de La Bañeza abrirá la campaña de este año el próximo día 20 de octubre con una aforo marcado en 700.000 toneladas. Debido a las condiciones climatológicas de este año la remolacha de La Nava en Palencia y de la zona de Benavente en Zamora tendrán prioridad en su recolección. Las condiciones de la pasada primavera provocaron que se sembrara casi un mes antes en estos parajes en las zonas remolacheras leonesas.

No obstante, de haber problemas en el abastecimiento, la planta de La Bañeza completará la molturación con el refinado de azúcar de importación para no cerrar la fábrica y mantener abastecido el mercado. En la provincia se han sembrado este año 8.000 hectáreas menos que el pasado por el problema con las lluvias de primavera.

La idea que se maneja entre los responsables de la Azucarera es recolectar en el inicio de campaña las plantaciones más castigadas y completar la molturación con el refinado.

El secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, afirma que la decisión de combinar ambos procesos «tiene nuestra comprensión, en la medida en que no se perjudique al agricultor».

Con el refinado se consigue que la fábrica siga funcionando en épocas en las que no entra remolacha, con lo que se mantiene el empleo de los operarios y se escalona la entrega. Todo ello provoca que la campaña se prolongue y los productores tengan más oportunidades de dar salida a la cosecha, sean cuales sean las condiciones climatológicas.

En cuanto a la calidad de la cosecha, el secretario general de Ugal-UPA, Matías Llorente, señala que las pruebas realizadas hasta ahora han registrado niveles de polarización más altos que los del pasado año, mientras que los rendimientos por hectárea también están siendo mayores.

La situación actual del cultivo es bastante buena, según Llorente. No obstante, en algunas plantaciones ha sido necesario tratar la planta contra las enfermedades de la hoja por el excesivo calor de los últimos días. En este sentido, la sequía del último tramo del verano podría obligar a dar algún riego extra en octubre si en los próximos días tampoco se registrara precipitaciones suficientes.

En cuanto a la duración de la campaña, tanto Llorente como Turrado coninciden en que rondará los cien días, por lo que podría prolongarse hasta finales de enero. «Hasta ahora nunca se han hecho una campaña seguida», explica Llorente, que espera que este año los parones por las lluvias y la falta de materia prima sean mínimos.

«Va a ser una campaña normal, buena para quienes han mantenido el cultivo en condiciones normales», explica el líder de Ugal.

Por otra parte, otro de los motivos por los que se abrirá la campaña el próximo 20 de octubre es que los productores que deseen sembrar cereales de otoño-invierno tengan las tierras disponibles.