La Junta sancionará a la pedanía por beneficiarse de una escombrera ilegal

El servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León sancionará a la pedanía de Barrientos por los vertidos ilegales que venían realizando en una escombrera no autorizada. La cuantía de la multa se conocerá dentro de diez días, cuando se cierre el plazo para presentar alegaciones, según publicó ayer el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl). El caso se destapó hace tres meses por la denuncia contra una vecina que arrojó al basurero supuestamente los restos de un muro de su propiedad.

El alcalde del Ayuntamiento de Valderrey, Gaspar Cuervo, reconoce que hasta ahora y por tradición, los vecinos de Barrientos se desprendían de sus residuos de construcción en esa escombrera, ubicada en una finca de la junta vecinal. Una práctica común también en los otros ocho pueblos que integran el municipio. «Nosotros no tenemos problemas con las basuras —explica—, y las estamos gestionando correctamente, pero sí es cierto que hasta la fecha cada pueblo se desprendía de sus escombros de construcción en parcelas propias de cada localidad, para evitar desplazamientos y costes a los vecinos».

Un vertedero, la solución. Tras la denuncia y la investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, el Ayuntamiento ha decidido «estar vigilante con esas prácticas» y solucionará el problema y la carencia de una escombrera municipal habilitando un basurero legal y especializado en los deshechos de obra.

El alcalde calcula que la nueva infraestructura, que poseerá de dos a tres hectáreas, costará 20.000 euros por los trabajos de vallado y vaciado y se pondrá en marcha durante el primer trimestre del 2012. «Ya nos hemos puesto en contacto con cada junta vecinal para buscar los terrenos más adecuados, que podrían pertenecer a Castrillo de las Piedras o al pueblo de Valderrey, por su situación central en el municipio. No obstante,— continuó Cuervo—, la negociación no será fácil, porque hay que hablar de compensaciones a esas pedanías para que permitan utilizar estos terrenos», confesó.

Los residuos de obra deberán depositarse en un contenedor especial mientras se realizan los trabajos del vertedero y posteriormente ser trasladados a un basurero controlado. «Será más caro, pero los vecinos y promotores deberán ceñirse a esa normativa», reconoció el alcalde.