Los viveros salvan el bloqueo comercial del fuego bacteriano
La Junta autoriza la venta de frutales fuera de la comunidad.
Los viveros bañezanos de plantas podrán reanudar su actividad comercial con el resto de España una vez que la Junta de Castilla y León haya declarado las tres primeras «zonas tampón» en la comunidad autónoma para la producción de especies sensibles al fuego bacteriano, es decir, aquellas en las que no se ha detectado la presencia del organismo que origina la enfermedad en las rosáceas y frutales de pepita —principalmente, manzanos y perales—.
Para lograr esta declaración se ha certificado que a lo largo de «dos ciclos vegetativos consecutivos, en una zona de 50 kilómetros cuadrados, no se ha detectado sintomatología alguna» producida por la bacteria Erwina amylovora , causante de la enfermedad que obliga a la quema de árboles y arbustos afectados, explicó el jefe del Servicio de Agricultura en León, Fidentino Reyero, que señaló que la medida, publicada ayer en Boletín Oficial de Castilla y León , se encamina a mantener la actividad de «dos viveros importantes de La Bañeza».
En concreto, la resolución declara un zona tampón en Segovia y otras dos en León, que se corresponden con parte de la comarca bañezana. Así, la primera de las áreas leonesas está formada por todo el municipio de Castrocalbón, mientras que la segunda incluye polígonos de La Bañeza, Cebrones del Río, Palacios de la Valduerna, Regueras de arriba, Santa Elena de Jamuz, Soto de la Vega, Valdefuentes del Páramo y Villazala.
Según explicó el responsable de viveros Barra, Juan Barra, su empresa y Viveros Lombó, también en La Bañeza, solicitaron la declaración con el fin de mantener sus relaciones comerciales fuera de Castilla y León tras su prohibirse en abril. Barra indicó que el 80% de los frutales que produce su empresa se venden fuera de Castilla y León. Si bien es posible vender otras especies de frutales que no se ven afectados por la Erwinia , como cerezos y melocotoneros, «si no sirves todo el pedido que te realiza una casa, lo compran en otro lugar, para evitar el pago dos portes».
Juan Barra señaló que su firma no trabaja con plantas ornamentales de las especies huéspedes del fuego bacteriano desde hace varios años y señaló que la declaración de las zonas tampón ha supuesto la «una inspección minuciosa» de los viveros bañezanos solicitantes y de la zona.
El empresario añadió que esta enfermedad vegetal se ha controlado en Castilla y León «por las mumerosas y exhaustivas inspecciones que realiza la Junta de Castilla y León, hilera por hilera y árbol por árbol, mandando analizar cada vara en la que podría darse alguna anomalía». Barra estima que los dos principales viveros de la zona destinan 30 hectáreas a la producción, en terrenos de La Bañeza y de los municipios de la comarca.
El fuego bacteriano afectó principalmente en León a las comarcas del Bierzo, donde causó daños en la producción de fruta, y en la Cepeda.