El movimiento cívico exige «medidas» para «acabar ya» con la Sama-Velilla
La agrupación pide a los partidos «unión» frente a los intereses de Red Eléctrica.
Latente desde que la declaración de impacto ambiental se metió en el frigorífico, donde lleva más de un año y medio de retraso, el movimiento cívico contra la Sama-Velilla vuelve a escena. Un protagonismo reclamado por los acontecimientos, que devuelven al PP al Gobierno sin que el PSOE haya conseguido eliminar el proyecto en siete años, y por la persistencia de Red Eléctrica Española, promotora de la línea, en la necesidad de una infraestructura que «cuya necesidad no han conseguido argumentar, sino todo lo contrario», como recuerda Camino Alonso, portavoz de la agrupación. Un entramado en el que están incluidos más de 40 colectivos sociales, empresariales, ecologistas e, incluso todos los partidos políticos con representación en la provincia.
El movimiento cívico volverá «a convocar a todos los colectivos para definir una planificación sobre lo que hay que hacer para que el nuevo Ejecutivo central anule de una vez el proyecto». «Un plan con medidas que se pongan encima de la mesa para acabar ya con la Sama Velilla», reta Alonso, sobre todo a PP y PSOE, «que han aprovechado para hacer unas declaraciones indecentes achacándose unos a otros la responsabilidad de la línea». «Lo que tienen que explicar es qué han hecho ellos, que no se hubieran levantado si no fuera por la presión ciudadana. Ahora, tienen la oportunidad de demostrar su apoyo», planteó la portavoz de la agrupación, quien adelantó que una de las primeras será «sacar la línea del Plan Energético Nacional»
La convocatoria del movimiento cívico pretende reeditar la postura conjunta que escenificó en una foto con representantes de los más de 40 colectivos, el 29 de enero del 2010. El mismo día que el entonces presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, se reunión con la Junta para asegurar el apoyo al proyecto que ya había logrado en el 2005 con la firma del documento que desbloqueó el proyecto.
Alonso insiste en que «lo que no puede ser es que Cascos presione desde Asturias y que aquí nos mantengamos quietos a la espera de la publicación de la declaración de impacto ambiental». Un documento que «ha pagado y hecho a su medida Red Eléctrica Española, que tiene la indecencia de señalar que el impacto será moderado», reseña la portavoz, quien recuerda que «se pretende crear un pasillo de 88 kilómetros de montaña leonesa, declaradas Reserva de la Biosfera, con torretas de más de 50 metros, equivalentes a un edificio de 20 pisos, colocadas cada 500 metros».
Un empecinamiento en el que persiste Red Eléctrica más de un cuarto de siglo después de que se declarara de interés general. «No lo han conseguido, ni lo conseguirán», avisa Alonso.