Una empresa de Huesca adquiere los caballos de Boñar por 30.617 euros
La Junta pone fin al conflicto que supuso el decomiso de 170 animales por abandono.
En tan sólo 15 minutos se resolvió uno de los conflictos veterinarios que más expectación ha levantado en los últimos meses. La Junta subastó ayer, en la delegación territorial de León, el último lote de 121 caballos de los 170 decomisados a principios de año a la empresa Caballos de Boñar. La empresa cárnica Equipier de Huesca, único licitador, se hizo con este lote, compuesto por 117 caballos adultos y cuatro potros, al precio de salida de 30.617 euros, cantidad a la que hay que sumar un 5% más de impuesto patrimonial. De esta manera, los caballos abandonarán la semana que viene las instalaciones del Censyra que la Junta tiene en Boñar para viajar a Huesca, su destino definitivo.
La Junta de Castilla y León abrió en agosto del 2010 un expediente sancionador a Caballos Boñar después de que el Seprona de la Guardia Civil alertara de la situación de abandono y evidente malnutrición que presentaban los animales y de la denuncia interpuesta por la Asociación Protectora de Animales y Plantas en el Juzgado de Instrucción número 1 de León. El caso provocó además una inmediata respuesta por parte de la sociedad, que incluso llegó a convocar una manifestación por las calles de León exigiendo soluciones a las administraciones. Mientras llegaban esas soluciones se produjeron las primeras muertes, fue cuando el juzgado dictaminó, como medida cautelar, que sería el Ayuntamiento de Boñar el responsable de alimentar a los caballos, obligación que suponía el desembolso de unos seis mil euros al mes. Ante este elevado coste para el consistorio, fue la Junta quien al final asumió la manutención de los animales, Después, el propio juzgado decretó el sobreseimiento provisional y el archivo de la denuncia al entender que no existía delito de maltrato animal, por no haber ensañamiento. De todos modos, la Junta impuso varias sanciones al propietario de la empresa. Primero, una de 600 euros por una infracción leve en materia de sanidad animal, por no alimentar a los caballos, otra de seis mil, por abandono y finalmente otra de 60.000 euros por una falta grave al no tener identificados a los equinos.
Tras el decomiso de los animales, en enero del 2011, y de su traslado a las instalaciones del Censyra de Boñar, la Junta cedió varios caballos tanto a la Guardia Civil como a la Policía Nacional y organizó una primera subasta que se celebró en el pasado mes de junio, y en la que se vendieron 35 de los 157 animales por 20.912 euros. El resto, 121 fueron los que subastó la Junta ayer en único lote, por 30.617 euros. Este dinero recaudado se destinará a actuaciones de bienestar animal.