el filandón. la tertulia | José Antonio Turrado. Secretario general de Asaja
«La población de Lobo ha crecido debido a políticas equivoicadas»
No hay espacio en el monte para ambos. Donde el lobo abunda, el ganadero no tiene futuro. Es la opinión que manifestó el secretario general de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), José Antonio Turrado, en el programa El Filandón , tertulia que organizan el Canal 8 de Castilla y León Televisión y DIARIO DE LEÓN. Turrado achacó a «políticas equivocadas», el aumento de las poblaciones de lobo y otras especies de aprovechamiento cinegético.
Reintroducir especies y dejar crecer determinadas poblaciones de fauna silvestre «más allá del equilibrio armónico, ha creado un problema que antes no existía». El dirigente de la organización profesional agraria (opa) estima «sobredimensionadas» especies como el lobo «que mata» y otras como «ciervos jabalíes y corzos que no sólo transmiten enfermedades a la cabaña ganadera, sino, también, al hombre» en los casos concretos de la brucelosis y la tuberculosis.
Turrado matiza que no se exige «la extinción del lobo», pero el incremento de su población supone un problema «porque allí donde está no es posible el pastoreo, no puede haber vacas sueltas en el monte y ,actualmente, muchas sólo se estabulan cuando nieva». Además, considera que el seguro creado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente para sufragar los daños que causa el cánido a los ganaderos «porque no se van a evaluar los daños en su justa medida y existe un lucro cesante que no se va a cubrir». El dirigente de Asaja también criticó otras medidas que han adoptado las administraciones de carácter medioambiental y sanitario, como la retirada e incineración de todos los cadáveres de animales, «que en diez días limpiaban buitres y de los que también comía el lobo, porque ser un alimento más asequible» y la quema de rastrojos, cuyo cese «supone un coste adicional» para los productores. «En Argentina queman medio país para sembrar», ejemplificó el responsable de Asaja, partidario de esta práctica.
«La PAC no habla de los ganaderos». Con respecto a otros asuntos de actualidad en el campo, el dirigente agrario reconoció que los profesionales del campo dieron la espalda a la comercialización y criticó que las nuevas líneas de la Política Agraria Común (PAC) «no van a ayudar al ganadero en función de los animales que tiene, sino de los pastos» y exige que tenga en cuenta la agricultura de regadío.
Turrado señaló que la política agraria que se acordará este año en la Unión Europea «no penalizará la producción» y manifestó su deseo de que agricultores y ganaderos puedan incrementarla como fruto de la «demanda del mercado», de manera que «las ayudas complementen las rentas» de un sector cuyo desarrollo «no entiendo como una actividad empresarial al uso, en la que se realiza una inversión y se espera un beneficio en un periodo de tiempo determinado. La agricultura debe remunerarse bien, pero, cuando se produce una crisis por la caída de los precios o la adversa climatología, no se obtiene rendimiento».
En la negociación de la nueva PAC considera fundamental «asegurar la financiación —cuánto dinero llega y cómo se reparte— y si satisface a la mayoría del sector —a quien vive de la agricultura como principal actividad y a los jóvenes—. Si es así, será una buena PAC».
En cuanto al desarrollo de la industria transformadora, el secretario general de Asaja manifestó el apoyo de ésta a las marcas de garantía y denominaciones de origen de la provincia y pidió que en la producción «se utilice materia prima de León y se pague al productor de manera adecuada, sin encarecer los precios al consumidor, porque hay margen para todos». En cuanto a la posibilidad de que sean los agricultores los que inviertan en esa industria transformadora, organizados en cooperativas, de forma que la plusvalía que genere revierta en el campo y en la economía provincial, el dirigente de la organización agraria señaló que para que esto ocurra el cultivador o ganadero «necesita convencimiento, gestionar la cooperativa como los mejores y pegarse en el mercado para entrar en las grandes cadenas de distribución».
La inversión pública en regadíos. El representante de Asaja estima que la Junta de Castilla y León necesitará los próximos «dos o tres años para pagar lo que debe» en ejecución de infraestructuras de riego. «¿Va a continuar licitando para endeudarse? ¿Hay empresas dispuestas a coger estas obras para cobrar no sé cuándo?», se preguntó Turrado. Además, destacó el esfuerzo de los profesionales del campo en la modernización de las explotaciones y recordó que «una parte importante» de la obra hídrica la pagan los agricultores, quienes también deben «amueblar las explotaciones» afectadas por la modernización de los regadíos —es decir, instalar la infraestructura de riego—, con un elevado coste.
El representante de agricultores y ganaderos también se refirió a la falta de desarrollo de buena parte de las nuevas zonas de regadío, creadas con el embalse de Riaño, «cuando tal día como hoy —ayer para el lector— de hace 25 años, nos manifestábamos para exigir el cierre de la presa y poder regar, lo que nos da derecho ahora para pedir infraestructuras donde no las hay y que se modernicen muchas hectáreas». Ante esta situación, Si perdemos el ritmo inversor, luego va a ser muy difícil recuperarlo», dijo en referencia a los recortes que en agricultura puedan realizar los gobiernos central y autonómico.