El presupuesto cae este año a 2,4 millones de euros, la cifra del 2005
Poco queda de la alegría que se respiraba en Sariegos gracias al impulso urbanístico. La avalancha de licencias que llenaron las arcas municipales y que permitieron aprobar en un sólo lote los presupuestos del 2004 al 2007 se ha transformado en un pequeño goteo anual que ha dejado el cofre repleto, pero de créditos. El equipo de Gobierno es optimista, no obstante, y considera que aplicando un fuerte recorte este año para abonar las deudas se recuperará la estabilidad. De hecho, el presupuesto ya aprobado cae a las cifras del 2005, cuando el Ayuntamiento manejaba 2,4 millones y no los seis que se llegaron a fijar en el punto álgido de crecimiento.
La primera consecuencia es la rebaja de la inversión a 34.000 euros para obras en un municipio que vio cómo se destinaban hasta dos millones de euros para construir un nuevo puente sobre el río y a ejecutar una sede consistorial de vanguardia.
«El presupuesto es muy austero, nos hemos ceñido a los gastos reales para sobrevivir este año intentando mantener la calidad de los servicios que estábamos dando. La prioridad es afrontar los casi 2,5 millones de deuda para poder crecer de nuevo el siguiente ejercicio», indica el alcalde, Ismael Lorenzana.
El presupuesto se nutre, principalmente, de los 1,4 millones que aporta el IBI urbano y los 185.000 del impuesto de los vehículos, junto con la aportación del Estado por número de habitantes (de 545.000 euros). La previsión es que esos tres capítulos aumenten en el 2013. El denominado bienestar comunitario genera el mayor gasto, de 490.000 euros, junto con el área de vivienda y urbanismo (345.000 euros), ya que se mantienen la brigada de obras (150.000 euros) y el servicio de basuras y limpieza (450.000 euros). También se reservan 30.000 euros para las familias y las instituciones sin ánimo de lucro, y la misma cantidad para salvaguardar la guardería, a la que acuden 32 niños.
El transporte, recortado, supone un desembolso de 250.000 euros, mientras las retribuciones de los órganos de gobierno se fijan en 105.000 euros. «Hemos tenido que rebajar todo, pero yo, si tengo dinero, me gusta hacer obras, y espero que la situación cambie», expresa.