picos de europa
Las lluvias incomunican a 30 vecinos de Soto de Sajambre e inundan Ribota
El lodo y los desprendimientos obligan a cortar dos carreteras y a frenar una riada.
El temporal de lluvia, que durante los últimos días ha azotado a la provincia, ha cobrado especial importancia en Picos de Europa. Tanto es así que 30 vecinos de Soto de Sajambre permanecieron incomunicados durante más de 24 horas y en Ribota la riada mantuvo en jaque a los habitantes de la localidad durante la madrugada del lunes.
Según explicaron los afectados, los desprendimientos de tierra, piedra e incluso árboles pequeños, que provocaron las fuertes lluvias cortaron la carretera, que a última hora de la tarde de ayer aún permanecía cerrada. Esta situación impidió que los vecinos de Soto pudieran desplazarse. Un camino que comunica el pueblo con las localidades colindantes también permaneció intransitable. El alcalde de Oseja de Sajambre, Antonio Jaime Mendoza, argumentó que «la Diputación, de quien es competencia esta vía, ya ha preparado los dispositivos para comenzar con la limpieza de la carretera y devolver la normalidad a la zona». Lo cierto es que tanto los vecinos como el alcalde coincidieron en que «era imposible solucionar el problema hasta que las lluvias no terminaran». Sin embargo, algunos afectados denunciaron que las precipitaciones cesaron ayer a mediodía y durante toda la jornada fue imposible desplazarse. El alcalde aseguró que hoy por la mañana comenzarán las labores de limpieza, «ayer por la tarde el agua descendía por la carretera lo que imposibilitó el trabajo», matizó el popular.
Mendoza mostró su preocupación por lo ocurrido, sobre todo el lunes «cuando no paraba de llover». Los desprendimientos también provocaron cortes, aunque en menor medida, en la carretera de Pío de Sajambre.
«Un infierno». El regidor subrayó que la localidad más afectada por las lluvias fue Ribota. «Hubo que hacer verdaderos esfuerzos para evitar que la riada inundara las casas y fuera necesario el desalojo». Afortunadamente, según explicó el alcalde, no hay que lamentar daños, pero «no contábamos con que el agua, que salía por todas partes, pudiera alcanzar tanta fuerza». Los vecinos de Ribota explicaron que durante la madrugada del lunes vivieron un «auténtico infierno pues la riada, que no cesaba, pasó por delante de nuestras casas, incluso el agua manaba dentro de las viviendas y las cuadras», apuntaron los implicados y según confirmaron fue necesario el uso de excavadoras para intentar frenar la crecida.
En Ribota culpan de esta situación a una minicentral situada en Soto que retiene el caudal de un torrente subterráneo. «No es la primera vez que sucede— argumentó un vecino—, el terreno calizo y las fuertes precipitaciones de estos días provocaron que el agua volviera a su curso y manara de forma imparable de la tierra. Tienen que poner fin a esta situación» denunció. Lo cierto es que ayer, a pesar de que las precipitaciones cesaron a mediodía, el lodo aún bañaba la localidad, del mismo modo que discurría por la carretera de Soto, como confirmó el alcalde.