Carnavalismo crónico
Las ‘perfomances’ matinales dieron paso al pregón .
La Bañeza vive enmascarada desde que en la antes de noche se vieran los primeros disfraces en el Viernes Tranquilo, prólogo a una fiesta con inauguración oficial en Teatro Municipal y con mucho teatro en la calle, a eso del mediodía, cuando los espontáneos dieron rienda suelta a su imaginación, aprovechando que la celebración del mercado les aseguraba el público.
Es el Carnaval a la bañezana : el esperpento de unas chicas que trataban de barrer y fregar la vía pública y sacar el brillo a las farolas, el confesonario de calle —será la cercanía de la Cuaresma—, en el que una payaso y unos moteros macarras limpiaron su conciencia, los gorilas encerrados en su jaula del zoo compartieron bananas con el público, las bodas tipo Las Vegas, un top manta de cobertores y no de compactos y escenas locales como la famosa escuela de don Julián y el mítico Casio friendo masa en la plaza de los Churros fueron auténticas perfomances del humor.
A última hora de la tarde, 19 de las 21 Musas de Carnaval subieron al escenario del antiguo Pérez Alonso, donde recibieron el homenaje de los presentes, se coronó a la Musa de este año, Ainhoa Antúnez y el presidente de Salsa, José Blanco, anunció su retirada y la de otros dos miembros fundadores del grupo, Fernando Colino y Juan Turiel. Toño Odón Alonso estrenó su canto a la Musa y el pregonero, el director general de Onda Cero y Antena 3 en Castilla y León, Ignacio Fernández Sobrino, animó a afrontar la crisis con espíritu carnavalero.